EXCLUSIVO DESDE PARIS- Audi va de mayor a menor en el rubro de los Sport-Utilities. Primero fue el lujoso y enorme Q7. Establecida la referencia de mercado y la imagen, crearon la Q5, un talle menos. Y siguieron hace poco con el Q3, de próxima aparición en nuestro mercado. Ahora aparece el Concept CROSSLANE, que anuncia que la «escalera» de SUVs Audi continua y avanza hacia nuevas formas y tecnologías.
El Crosslane nos muestra un vistazo hacia el futuro de la marca, no solo por su diseño, si no también por soluciones tecnológicas de materiales y respecto a como cambiará la conducción en los próximos años. Con el Crosslane, Audi nos da una pantallazo de lo que podrían ser las lineas de los futuros modelos Q y la aplicación de la hibridaciòn.
Con un estructura o casco multi-material, este concept car muestra nuevos caminos respecto a peso, costos y energía utilizada durante lo que sea su vida útil, así como un escalón mas en el desarrollo de Audi Ultra, el principio constructivo sobre el cual Audi desarrolla sus nuevas tecnologías de materiales. El respeto por el medio ambiente es EL tema en el Salón de Paris, y Audi marca tendencia con su propuesta.
Equipado con un nuevo motor 1.5 TFSI de 3 cilindros, mas dos motores eléctricos, se trata de un híbrido enchufable que redefine y promete nuevos horizontes de consumo con cifras de 1.1 litros cada 100 kms. y emisiones de solo 26 gramos de CO2. Todo el conjunto desarrolla 177cv, y puede acelerar de 0 a 100 en solo 8.6 segundos, mientras que en modo completamente eléctrico lo hace en 9.8 segundos. La velocidad máxima es de 182km/h. Con las baterias de Litio-ion, la autonomía es de 86 kms antes de necesitar recargar.
El casco del Crosslane, que Audi llama MULTIMATERIAL SPACE FRAME, está realizado en tres materiales, aluminio, polímeros reforzados con fibra de carbono (CFRP), y polímeros reforzados con fibra de vidrio (GFRP). Con estas soluciones, el concept pesa 1390 Kg, incluyendo las grandes baterías de Litio-Ion. El aluminio es utilizado principalmente en la célula que alberga a los pasajeros, un habitáculo rígido que los protege. Las zonas de impacto delanteras y traseras, aquellas que deben absorber la fuerza de un choque y deformarse, están hechas de CFRP, mientras que los paneles de la carrocería están construidos en GFRP. Audi está convencida que este esquema de multi-materialidad es el camino del futuro.
Volviendo al motor, el conductor del Crosslane podrá elegir entre dos modos de manejo: «Cruise» y «Race». En el modo CRUISE («crucero») se prioriza el funcionamiento eléctrico. Así, quien maneja no percibirá el pasaje de marchas, o que tipo de energía está usando el auto o en cual proporción. En el modo RACE («carrera») se priorizan las prestaciones y funciona mayoritariamente el motor TFSI, que eroga un buen par de 200Nm.
Tanto las ópticas delanteras como las traseras, todas completamente a led, anticipan los futuros rasgos de la Serie Q. Del mismo modo, el interior, simple, lineal y minimalista nos muestra hacia adonde apuntan los diseñadores de Audi, no solo en términos formales, si no también en elecciones de materiales, con uso abundante de la fibra de carbono, el aluminio, el cuero y la gamuza.
La Parrilla Single-Frame característica de Audi se reinventa y pone en resalto a los cuatro anillos del emblema de marca, casi como en un altar, según dichos propios de los diseñadores, mientras que la geometrizaciòn de sus lineas le confieren robustez y modernidad.