Muchos lectores me contactaron luego del lanzamiento de las cajas de velocidad I-motion, preguntándome por su funcionamiento y facilidad de uso. Fue así como decidimos probar una Surán Highline I-motion durante una semana y un millar de kilómetros para sacarnos todas las dudas. Elegimos la caja por lo novedosos y la Surán por tratarse de un modelo de producción local que se lleva el 57% de las ventas en el rubro de los familiares polifuncionales, o como prefieran llamarlos.
No voy a repetir conceptos de diseño que ya mencionamos cuando fue el lanzamiento del modelo, ni como gracias al rediseño interior la línea Suran/Fox pasó a ser completamente otro auto. Si les contaré mis impresiones de manejo y vida a bordo del pequeño familiar salido de Gral. Pacheco.
 
Para ser honesto, me llevó un día acostumbrarme a la caja I-motion, porque no es una caja automática tradicional, si no una caja manual con actuadores electrohidráulicos acoplados a la misma caja MQ-200 de 5 marchas de la Surán manual (producida en el Centro Industrial VW de Cordoba), que se ocupan de hacer el pasaje de los cambios. Por ello, no se debe manejar como un automático tradicional en los que uno aprieta el acelerador y sigue apretando mientras la caja va pasando los cambios.
En el I-motion el sistema es diferente. Yo le noté una doble personalidad y muy marcadas las diferencias entre ellas por cierto: por un lado, en el modo “D” del selector, el auto es ideal para congestionamientos de transito. Me tocaron en “suerte” unos atascos bastante espesos un domingo al atardecer después del peaje de Gral. Pacheco de la Panamericana, mano a Capital. Terrible embudo que nos tuvo una hora atascados y que gracias a la I-motion fueron mucho más llevaderos. En este modo, el pasaje de marchas sucede a bajas vueltas del motor, por lo general entre 2000 y 2500 rpm, priorizando la economía de combustible.
Luego, en el modo “M” del selector, uno decide cuando pasar el cambio, haciendo uso a voluntad de la palanca al piso o de las levas al volante. Para esto, se maneja tal cual como un auto de caja manual, por lo que el conductor debe sutilmente levantar el pie del acelerador para acompañar el pasaje de cambios. Suena difícil, pero enseguida se vuelve 100% intuitivo.
El hecho que la caja sea, debajo del automatismo, la misma caja manual de las demás Surán, hace que por ejemplo el auto sea mucho más agradable de acelerar en situaciones en las cuales se necesita más bríos y en lo que una caja automática convencional se quedaría algunos segundos “pensando”. Por ejemplo, incorporarse a una ruta dese la banquina teniendo que acelerar bastante, o bien pudiendo hacer rebajes en caminos de montaña para usar el freno motor.
La caja es de 5 velocidades con las relaciones superiores más largas que en la anterior generación, con lo cual se ha ganado en autonomía y por ende, economía. Si debo decir que en modo completamente automático (“D”), si uno la apura un poco, el pasaje entre la 1° y la 2° produce un leve cabeceo, que se va suavizando entre la 2° y la 3° y desaparece en los pasajes de cambio superiores.
Lo que tiene genial la caja i-motion en comparación a una automática tradicional, en que en estos embotellamientos no hay que estar reteniendo al auto que está en “D”, dosificando el freno. Con este tipo de cajas robotizadas, si no tocas los pedales, el auto no se mueve, este en “D” o en “M”. Eso, creo, suma mucho confort a la hora de enfrentar estos cada vez más comunes embotellamientos eternos.
Adentro en el habitáculo del Surán todo es mucho más agradable que en la versión anterior. Mucho mejores plásticos, un diseño mucho mas Volkswagen, distribución intuitiva de los comandos, contrapuertas decentes con tapizado textil y todo, mucha luminosidad y buena visión hacia todos lados. La posición de manejo, al menos para mi, no me resultó de lo mejor.
Al Surán, si bien tiene regulación en altura de la butaca conductor, le falta bajar aun más el nivel del cojín del conductor. No sabría decir si es por la altura que están puestas las guías de los asientos o si para dejar lugar al cajón portaobjetos que hay debajo del asiento del conductor (muy práctico, por cierto!).
En la posición mas baja yo me sentía aun muy erguido, cosa que sumada a la falta de un apoyabrazos central, hizo que en viajes largos en ruta se me cansara un poco el brazo derecho porque no descansaba apoyado en ningún lado. Esto hace que el brazo derecho cuelgue del volante y redunda en una falla eventual de seguridad a la larga, que es cuando el conductor quiere reposar un poco el brazo y suelta el volante con la derecha.
Un pequeño apoyabrazos rebatible vinculado al canto del respaldo de la butaca conductor haría de los viajes largos algo mucho más ameno. Mas allá de esta particularidad, que puede ser un capricho mío, todo el interior es muy cómodo. Felicitaciones por la elección del volante multifunción, que en nuestra unidad estaba equipada con las levas opcionales para pasar los cambios, el mismo volante tapizado en cuero que equipa a Volkswagens mucho más caros e importados.
Otra gran inclusión en este modelo es la computadora de abordo I-System, que son su gran display central nos informa de una variedad de informaciones y nos permite configurar, a vehículo parado, algunas cuestiones de confort. La inclusión de ítems como este volante o esta computadora de abordo le suben bastante la autoestima a la Surán, metiéndola de lleno dentro del universo VW y no como era antes que hacía notar su condición de vehículo Mercosur. Pero no todo es genial adentro del Surán.
Hay dos ítems a mi entender que deben mejorarse, uno urgente y el otro, relativamente.
El primero es la falta de un tercer apoyacabezas central trasero y de su correspondiente cinturón de 3 puntos inercial. Hoy día un vehículo de 80.000 pesos (como nuestra unidad testeada) no puede permitirse no ofrecer esta dosis mínima de seguridad para 5 pasajeros. Más aun en un auto familiar. Voy a poner un ejemplo concreto: familia tipo, papá & mamá sentados adelantes y dos sillitas infantiles con niños en los extremos de las baquetas traseras. Si quiere sumarse un 5to pasajero central, deberá conformarse con un precario cinturón de seguridad no inercial y solamente ventral. Me pasó mientras la usé y hasta mi mujer -que no entiende nada de autos- me marcó el ítem cuando quiso sentarse entre mis hijas para entretenerlas en medio de un viaje.
La seguridad no debería ser ni opcional, ni un ítem característico de autos extra-zona. Sáquenme el mp3, sáquenme las llantas de aleación, pero por favor no ahorren en ítems de seguridad. El segundo punto a mejorar, mucho más banal que el anterior, es el tema audio. Además no ser muy bueno el sonido, el equipo tiene teclas muy pequeñas y es de funcionamiento poco intuitivo en sus configuraciones. Habiendo espacio para un equipo de tamaño doble DIN, sugeriría colocar esos equipos de teclas más grandes y fáciles de usar como venían antes en los Bora. Claro, debe ser más caro un estéreo de tamaño doble DIN, pero los grandes autos están hechos de pequeños detalles….
Bienvenido el sistema de manos libres con bluetooth que suma cierta dosis de seguridad a la hora del manejo y la guantera con tapa, un ítem tan simple pero tan necesario. Muy práctico el sitio en las contrapuertas delanteras donde entra una botella grande, además de los posavasos de la consola central. También me gustó que hayan incluido en el equipamiento Highline, el encendido automático de luces, el sensor de estacionamiento trasero. En las plazas traseras mis hijas adoraron las mesitas rebatibles en los respaldos delanteros y fueron “la novedad” infantil de un viaje.
Tema aparte es el baúl del Surán, posiblemente el leit-motiv de este familiar compacto. ENORME. Entra de todo. Y si faltara lugar, se pueden rebatir los asientos traseros, aumentando el espacio de carga. Es en el baúl donde se nota la diferencia entre un auto argentino y uno brasileño. El Surán tiene un toma auxiliar de 12v, luz, dos huecos laterales con red elastizada como portaobjetos, la solia de acceso al baúl está toda forrada en plástico, no dejando nada de chapa del auto a la vista.
De este modo se evitan que con el tiempo y el uso, esa solia se marque o raye, como sucede en los FOX, donde la misma parte luce la chapa color carrocería del auto y sin protección alguna. Además, tiene un ítem en extinción en los vehículos Mercosur, el Surán posee manija externa con destrabe en el portón trasero: nada de tener que apagar el motor y bajarse del auto con la llave en la mano para abrir el portón trasero. Enhorabuena! Debajo del piso del baúl, rueda de auxilio de tamaño completo (de chapa) y bastante lugar para poner el matafuegos, las balizas y algunos otros elementos de seguridad. Muy prolijo y bien terminado.
En el apartado andar y consumo del motor 1.6 de 101cv, también desdoblamos el análisis en dos personalidades distintas: ciudad y ruta abierta. En ciudad el Surán es comodísimo. Solido, bien armado, sin quejidos de plásticos. Frente a las tortuosas calles porteñas y sus baches, el Surán trasmite un manejo muy agradable. Sin dudas este es su ambiente. En rutas, la cuestión se mantiene amena hasta los 120/130 km/h con una rumorosidad normal y un andar pacifico.
Si hundimos un poquito más el pie derecho, el nivel de ruido sube bastante. Por el lado de la tenida, si bien este nuevo Surán ha sido rebajado en altura y tiene un nuevo conjunto de espirales, yo lo sigo sintiendo un poco sensible a vientos laterales a altas velocidades. De todos modos, creo que dentro de las velocidades legales cumple con lo necesario para proveer un viaje como y seguro.
El consumo es acorde a su segmento y con un tanque de 50 litros de capacidad, hemos llegado a recorrer unos 450km de uso mixto antes de que se encendiera la luz de reserva.
En conclusión, el Surán I-motion me pareció un auto súper agradable para el manejo citadino si uno quiere mezclar el uso automático con alguna “piloteada” en modo manual y sentir que no todo es sentarse y apretar el acelerador. La noté ideal para quien hace mucho tráfico denso a diario, pero por ahí quiere tirar algún cambio en otras ocasiones. Si vamos mas allá de esta versión I-motion, el nuevo Surán es un auto muy logrado y muy superior al anterior. Por su rango de precios, no veo opciones mucho mejores, si algunos modelos equivalentes en prestaciones y practicidad.
Por su estética, ha mejorado notablemente y creo hoy puede competir con un pequeño monovolumen como el Honda Fit, que esta mucho mejor hecho, pero es sensiblemente más caro. Creo deja atrás a competidores como el Chevrolet Meriva, el Fiat Idea o los Peugeot Partner/Citroën Berlingo en sus versiones familiares. Debe aun, mejorar el apartado seguridad (como toda su competencia Mercosur), un tema que se ha puesto en el tapete la semana pasada con la novedad del LatinNCAP que probará los autos Mercosur con parámetros independientes. Veremos cómo lo supera el Surán cuando sea el caso.
 

Por Christian Kleinberg

Periodista y Arquitecto, escribo en Motorweb Argentina desde el 2009, año en que cree este sitio. Me fascinan los autos y todas sus derivaciones con 2, 4 o 6 ruedas. Soy de Buenos Aires, pero tambien viví en otros lugares del planeta. Entusiasta de los viajes, de los autitos en escala, de los clásicos y del buen diseño.

Un comentario en «Prueba: Volkswagen Suran 1.6 I-motion»

Deja una respuesta