Hace unos días estuvimos de visita en el complejo industrial de General Motors en las afueras de Rosario, más precisamente en la localidad de General Alvear.
La visita, amén de conocer la planta de donde salen el renovado Chevrolet Corsa Classic sedán, ahora denominado a secas “Classic”, sirvió para tomar contacto con estos Classic, que nos llevaron en caravana ida y vuelta desde Buenos Aires y, fundamentalmente, para conocer qué es lo que hace una planta tan grande como la de GM respecto al medioambiente y a los desechos que todos sus procesos generan.
Para empezar y para tomar noción de la importancia del Complejo, hay que saber que de allí salen 554 autos por día (entre Agiles y tres modelos de Corsa –sedan, 3 puertas y wagon-), trabajan alrededor de 3200 empleados y además reciben a unos 1000 más de proveedores externos, todo en dos turnos de producción. Es de imaginarse que semejante complejo industrial debería generar una cantidad de residuos notable y poco se sabe acerca del tratamiento industrial de éstos en general en nuestro país. Verlo en detalle y de cerca fue una excelente experiencia.

GM Argentina, consciente y orgullosa de lo que ha logrado con su política ambiental en la planta rosarina, nos invitó a conocer todo lo que llevan hecho para minimizar el impacto de la fabricación de autos en las afueras de Rosario.
Recorriendo las instalaciones pudimos enterarnos como –por ejemplo- en la planta de pintura, migrando del sistema de aplicación manual al robotizado, y cambiando a un sistema electrostático donde de alguna manera se “carga” eléctricamente la carrocería para que “atrape” la pintura sin dejar que tanta pintura volatilizada se desperdicie, pasándose así de un uso de 6 litros a solo 3 litros por cada auto pintado con el nuevo sistema. Esto además, redujo el residuo decantado de pintura en 0.8kg por auto. También se reemplazaron los filtros de las cabinas de pintura a partir de reemplazar el criterio de recambio: ahora se cambian por cantidad de pintura filtrada y no por tiempo de uso, bajando de 2 toneladas de residuos a 1.1 toneladas al mes. Eso genera que en todo un año, sean 10.8 Tn menos de residuos salidos solo de la parte de filtrado del área de pintura! Una reorganización en la disposición en la línea de montaje de los colores para pintar, hizo que ahora los sistemas de mezcla se utilicen siempre con las mismas familias de colores, reduciendo al 50% el uso de solventes en la limpieza de los sistemas, pasando de 2000 litros al mes de solvente a solo 1000 l/m.

En el comedor de la planta, por el cual pasan más de 4000 individuos al día, se resolvió reemplazar los vasitos plásticos descartables por otros de policarbonato cristal lavables, eliminando 3000kg de vasos al año que iban a parar a un relleno sanitario. Más puntualmente, son 1.320.000 vasitos que ya no dañan el ambiente y tardarían décadas en degradarse en el relleno. También en el comedor se eligió dejar de embolsar los cubiertos metálicos individualmente, evitando así usar 52.800 bolsitas de celofán al año. Como el comedor genera muchos residuos orgánicos, se armó en el terreno de la fábrica una planta de Compost, donde el desecho orgánico seleccionado se dispone controladamente para degradarse de forma natural y obtener así un humus apto para abonar las especies arbóreas que rodean al centro industrial GM. De este modo, otras 15 toneladas de residuos dejan de ir al relleno sanitario al ser 100% reciclados.

Al final del recorrido plantamos simbolicamente un arbol en los jardines del Complejo Industrial Rosario

 

Estos son solo algunos ejemplos de lo que se está haciendo hoy en la planta de las afueras de Rosario de General Motors para cuidar el ambiente, logrando que el 98,3% de los residuos que genera la planta sean reciclados de algún modo. Este valor, que no incluye los residuos más peligrosos (los cuales son tratados en un 100% por empresas especializadas), ha ido mejorando con el pasar de los años desde la apertura del complejo en 1997, y se continua trabajando y preponiendo mejoras para llegar a un 100% de reciclado, como sucede en algunas plantas de GM de Europa.

Tal vez la mejor conclusión de lo aprendido en esta visita es que no es necesaria una cuantiosa inversión para desarrollar una política de sustentabilidad de una gran industria, si no la predisposición de sus autoridades y todos sus empleados -que aportando ideas, soluciones y el espacio necesario para proponerlas- se puede hacer un gran cambio por el medio ambiente. Particularmente nunca había encarado en detalle la visión de la contaminación que puede generar el automóvil desde su circuito productivo, sino más bien de su uso a diario como medio de transporte y recreación. Frente a esta situación, me sorprendió lo ejemplar de los procesos que se llevan a cabo en la plata rosarina de GM y lo importante de comunicar este tipo de políticas industriales. Bien por GMA!

Por Christian Kleinberg

Periodista y Arquitecto, escribo en Motorweb Argentina desde el 2009, año en que cree este sitio. Me fascinan los autos y todas sus derivaciones con 2, 4 o 6 ruedas. Soy de Buenos Aires, pero tambien viví en otros lugares del planeta. Entusiasta de los viajes, de los autitos en escala, de los clásicos y del buen diseño.

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