El conocido como impuesto al lujo está afectando a cada vez más vehículos, de diferentes segmentos, incluyendo variantes del segmento B SUV, o mismo entre los autos medianos del segmento C, la mayoría de ellos de producción nacional o regional. 

Para septiembre de este año fue modificado el limite de ambas escalas del tributo, que es del 20 o 35%. En el primer caso, a partir de septiembre de 2020, tributan todos aquellos autos que superen un valor libre de impuestos de $ 1.451.300. Eso se traduce en que todos los autos que cuesten más de $ 2.018.475, de acuerdo al valor de lista, entren en la categoría de autos de lujo.

Impuesto al lujo: cada vez más autos alcanzados

Previamente alcanzaba a los modelos de 1.9 millones de pesos de venta al público. La actualización, que se ha elevado, no altera demasiado la ecuación. En este contexto, Ernesto Cavicchioli, Vicepresidente de Hyundai Argentina, envió un comunicado a la prensa local en el que aclara: «Este impuesto ya afecta a las versiones mas equipadas del segmento SUV B Mercosur. También a los sedanes segmento C Mercosur / México también. El mercado pierde versiones, o las mismas son desequipadas, para evitar pagar el impuesto».

Además afirma que «hasta septiembre hubo dos ajustes, el primero de 4,9% en junio y el actual de 6,4%. En lo que va del año la base del impuesto se actualizó el 12%, pero la devaluación del peso hasta el mes pasado fue del 24%». 

Para citar un ejemplo, la Honda HR-V, un modelo del segmento B SUV, en su versión tope de gama EXL (línea 2020) queda alcanzada por el impuesto. Tiene un precio de lista de $ 2.542.000. La versión EX, la inmediatamente inferior, queda en $ 2.004.000. 

Por su parte la segunda escala del impuesto al lujo será para aquellos autos que tengan un valor al público a partir de 4.658.000 pesos (antes $ 4.376.000).  

Impuestos: la realidad argentina

¿Vale la pena desembolsar el 25% del valor del un auto sólo en impuestos por contar con el extra de algunos equipamientos? Seguramente la respuesta sea no, motivo por el que muchas marcas intentarán topear el precio máximo de algunos de sus modelos.

Pero esto también podría contribuir a la falta de unidades, los sobreprecios (cosas cada vez menos llamativas), y la reducción de versiones de algunos de los modelos, incluso de producción local.

 

 

 

 

Deja una respuesta