¿El coronavirus podría adelantar el desarrollo de vehículos autónomos?

La pandemia del coronavirus parece haber adelantado los cambios en las necesidades de transporte y los requerimientos medioambientales: ¿se acelerará el desarrollo de vehículos autónomos (VA) en todo el mundo? Al menos así lo pronostica la red de empresas de auditoría KPMG.

El «Autonomous Vehicles Readiness Index (AVRI) 2020» de KPMG incluye los 30 países mejores preparados para automóviles sin conductores. Esa lista es  liderada por Singapur, Países Bajos, Noruega, EEUU y Finlandia. En Sudamérica, los mejores son Chile (27), México (28) y Brasil (30). ¿Argentina? Más abajo, algunas respuestas.

«En el futuro, los vehículos sin conductor podrían tener un papel más preponderante en el tratamiento de nuevos requisitos para el traslado de personas y mercancías post Covid-19″. La frase pertenece a Richard Threlfall, director global de Infraestructura de KPMG International.

Para Threlfall, los vehículos autónomos podrían aliviar parcialmente el transporte público abarrotado. Sería mediante el uso de minibuses autónomos que promuevan el distanciamiento social. Mientras, los vehículos autónomos pueden incluso satisfacer la demanda de entregas sin contacto.

Vehículos autónomos en Argentina

«En la Argentina, la penetración de los vehículos autónomos deberá sortear una serie de obstáculos antes de que podamos observarlos circulando por nuestras calles», afirmó Carlos Bruno, líder de Industria Automotriz en KPMG Argentina.

Según Bruno, esa implementación requiere la resolución de una serie de factores previos. «No parecerían hoy estar en la agenda nacional, provincial o municipal, condicionada fundamentalmente por una crisis económica que posterga toda inversión en nuevas tecnologías», admitió.

«Las principales terminales automotrices que desarrollan vehículos autónomos en el mundo están representadas en Argentina por subsidiarias de la marca. Eso facilitaría su llegada al país. Pero la falta de infraestructura adecuada, la inexistencia de estaciones de carga y el vacío legal respecto de su uso son algunos de los temas a resolver y que demandarán no poco tiempo de resolución», agregó.

Sin embargo, «el proceso podría acelerarse si, al igual que lo hacen otros países, los gobiernos deciden en los próximos años fomentar el uso de este tipo de vehículos a través de posibles incentivos fiscales», aclaró.

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