Motomel anunció una inversión de $ 3.500 millones en la planta de producción de Zanella en la provincia de San Luis. Pero estará supeditada a que su propuesta de compra de la firma, que está en concurso de acreedores, finalmente sea aceptada.
La empresa presentó un plan de inversiones a tres años que incluye mantener el 100% de las fuentes laborales actuales. También triplicar el personal a fin de dicho período, al generar 500 puestos de trabajo entre directos e indirectos.
Según una solicitada publicada en el diario puntano La República, la compañía proyecta realizar inversiones de mejoras y adecuación de la planta. Además, si avanza la operación, implementará un plan de fabricación local de componentes para Zanella.
El inicio del conflicto
La Emilia, propietaria de la marca Motomel, denunció a mediados de diciembre «irregularidades» en la venta de Zanella. Entiende que la oferta que realizó ante el Juzgado Civil Número 4 de San Luis, duplica el monto propuesto por el oferente, que fue finalmente aceptado por el juez Agustín Ruta.
El magistrado decidió aceptar la oferta de Industria Metalúrgica Sud Americana (IMSA) de US$ 1,9 millones. Pero La Emilia ofreció el doble, US$ 3,8 millones, tras lo cual Motomel recusó al magistrado y el expediente está ahora en la Sala I de la Cámara Civil de San Luis.
Zanella entró el año pasado en concurso preventivo. Fue tras la crisis financiera que sacudió a la firma, producto de la caída en las ventas y de la contracción de una de deuda de US$ 7 millones.
La fabricante de motos cerró en 2019 sus plantas en el interior del país, en Mar del Plata, San Luis y Córdoba. También despidió a 70 trabajadores en su fábrica histórica de Caseros, además de rematar parte de sus bienes.