En 2018, Suzuki lanzó el mercado la tercera generación del Jimny: un vehículo diferente a todo lo conocido en la actualidad. Se trata de un todo terreno de ley, con tecnología moderna, pero utilidades extremas. Ya es un éxito rotundo alrededor del mundo, pero todo desencadenó en el Suzukigate.
Su gran aceptación mundial hizo que la marca no pueda abastecer los pedidos. Actualmente, existe lista de espera en diversos países, y la planta de Japón no está en condiciones de producir más de 60.000 unidades al año.
Además, al emitir alta proporción de contaminantes, desde 2020 en Europa su precio incluye multas al no estar considerado como un vehículo eco friendly.
Todo lo que está provocando el éxito del Jimny
Aún no hay un comunicado oficial por parte de Suzuki, pero según trascendidos, la marca nipona analiza detener la producción durante este año, principalmente para incorporarle al Jimny un sistema de micro-hibridación. Esto sería principalmente a las unidades destinadas al mercado Europeo.
A su vez se analiza el hecho de llegar a producirlo en India, en colaboración con Maruti, marca que ya fabricó a un derivado del Jimny de primera generación, que incluso llegó a comercializarse en nuestro mercado hasta mediados de los noventa.
¿Como es el nuevo Jimny?
La tercera generación del Jimny apareció en 2018, y rompió con todos los esquemas actuales. Adquirió un diseño inspirado en la primera serie, algo retro, conservando sus dimensiones exteriores: por ejemplo, 3,65 metros de largo.
Con carrocería de dos puertas, portón trasero de apertura lateral y rueda de auxilio externa, recuerda a muchos todo terreno de antaño. Pero no solo desde la estética, también mantuvo la disposición de motor longitudinal, ejes rígidos tanto delantero como trasero, y conexión 4×4 mecánica, es decir, con la clásica palanca.
Sin embargo, incorporó tecnología y seguridad, que lo adecuaron a las normativas actuales. En Argentina, el Jimny ya está a la venta, y recientemente su precio también aumentó: en este caso, debido a la implementación del impuesto al lujo.
En su variante más costosa, equipada con caja automática de cuatro marchas, su precio alcanza los 39 mil dólares. A pesar de esto, aquí también existe lista de espera para acceder a un ejemplar.