A fines de los 90, surgió una especie de revival retro con el VW New Beetle o el relanzamiento de Mini por parte de BMW a la cabeza. Siempre surgieron ideas acerca de como se verían versiones actualizadas de otros clásicos de la historia automotriz. VW ya adelantó con el I.D. Buzz presentado el año pasado, cómo se vería la clásica Kombi (que se viene adelantando casi desde el lanzamiento del New Beetle) en una versión totalmente eléctrica y siguiendo por el mismo camino, Citroën decidió revivir al Mehari en vez de al famoso 2CV a la hora de reinterpretar eléctricamente su clásico, con el e-Mehari.

Sin embargo, en esta época de ciudades saturadas, Micro Mobility una empresa suiza famosa por los monopatines plegables decidió unir fuerzas con un constructor de vehículos eléctricos italiano Tazzari, para revivir al icónico Isetta bajo el nombre de Microlino.

Este proyecto surgió en 2015, con la idea de un microvehículo para movilidad urbana teniendo en cuenta que cada auto suele moverse en promedio, cerca de 35 kms para transportar una o dos personas. Y qué mejor que tomar como inspiración, los microcoches famosos de los años ’50. En colaboración con una universidad china, se diseñó y desarrolló este vehículo de 2.5mts de largo y casi 500 kgs, que se presentó como concepto en Ginebra 2016, generando cerca de 7000 reservas desde entonces. Sin embargo, la producción de este vehículo arrancaría en este verano boreal, con una producción planeada cercana a los 2000 vehículos anuales a partir de 2019.

El Microlino se presenta en dos versiones, según la capacidad de su motor eléctrico: 8 o 14,4 kWh, brindándole una autonomía de entre 125-200 km, y puede cargarse a 220v, en aproximadamente 4-6hs según versión; o en la mitad de tiempo con los cargadores tipo 2 que se encuentran distribuidos por Europa. Con cualquiera de las dos versiones de motor, y gracias a un torque de 110 Nm, anuncia una velocidad de 90km/h limitada y le tomaría tan sólo 5 segundos para llegar a los 50km/h.

 

El exterior sorprende por su tamaño, los cristales laterales corredizos, la gama de colores (la cual consta de 8 colores bitono) y por detalles como las ópticas con proyector, ubicadas en la carcasa de los espejos.

Al interior se ingresa por la parte delantera, tal como en el Isetta original, utilizando incluso el recurso de movimiento de la columna de dirección. No podemos pedir muchos lujos, pero sí cuenta con un techo corredizo en cuero, un tablero digital, y de manera opcional, un parlante Bluetooth. El asiento es enterizo y no cuenta con plazas traseras, brindando cerca de 300 litros de baúl al cual se ingresa por la parte trasera del vehículo gracias a un portón acristalado.

Todavía están a tiempo de reservar su propia unidad, por un valor cercano a los €12000.

Más info, en la web oficial del Microlino.

Por Pablo Brienza

Siempre atrás de los autos o de las motos, desde los 3 años que aprendí a leer con una revista Parabrisas. En contra del manejo autónomo, a menos que sea para controlar taxis y colectivos. Cada día entiendo menos cómo dan los registros de conducir. Si no estoy disponible probablemente esté en un recital o comprando discos.

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