ESPECIAL DESDE BRASIL – Viajamos hasta San Pablo a la presentación del nuevo Volkswagen Polo que llega a Argentina en Enero. Pudimos realizar un breve contacto en autopista y ciudad con la variante Trendline con motor 1.6 aspirado de 16 válvulas y 110cv, como llegará a nuestro país. Reflexiones sobre un producto distinto.

Sobre las bondades de la adopción de la nueva plataforma MQB y lo nuevo del modelo, ya te contamos en esta nota. Ahora te vamos a compartir nuestras primeras impresiones al volante y reflexiones sobre este nuevo auto que llega para globalizar el segmento B en la marca Volkswagen, poniéndose a tono con lo que se acaba de lanzar en Europa el mes pasado. Exteriormente no caben dudas de que es un Volkswagen. Si bien hay líneas más afiladas, mayor uso de rectas y aristas, el espíritu de diseño sobrio de la marca sigue siendo un atributo de valor presente. Para algunos, se trata de un valor positivo, que hace que sus diseños no pasen de moda rápidamente, y para otros, es un aspecto negativo, resaltando que todos los vehículos de la marca se parezcan en demasía entre si.

Nos subimos al auto y nos acomodamos para partir en un trayecto mixto que nos llevará por autopistas paulistas, y trayectos urbanos, unos 60 kilometros afuera de San Pablo, y que entre la ida y al vuelta, nos dejó unas primeras impresiones sobre el nuevo Polo. El modelo que probamos era el de entrada a la gama, una variante con equipamiento de confort un tanto limitado -lo justo, digamos- pero con un elevado standard de seguridad activa y pasiva. Una configuración extraña para un primer test-drive dirigido a la prensa especializada, ya que las marcas siempre intentan causar buenas impresiones con su mejor versión disponible, mostrando un poco «todo lo que tienen».

Las primeras impresiones, a la luz del día y ya no bajo los reflectores de la presentación de la noche anterior en un salón de eventos, son contundentes. Plásticos rígidos, algunos brillantes, y terminación promedio Mercosur, no son la mejor carta de presentación del nuevo Polo, al menos en la versión que nos tocó manejar. Tal vez tanta pompa sobre la nueva plataforma, tanto anuncio sobre su nivel de seguridad de clase mundial, nos haya creado expectativas por demás. Esperábamos un mini Volkswagen Golf regional y nos encontramos con una evolución de los segmento B ya existentes en la marca. Lo cierto es que el interior del nuevo Volkswagen Polo, se ve como llevado al promedio, y no como un producto que eleve la vara en percepción de calidades o que quiera «comerse» el segmento con un producto diferencial. Claro, en lo que se establece un punto de inflexión es en el rubro seguridad, acá si elevando definitivamente lo que se ofrece en el segmento Mercosur. Habrá que ver si el cliente común lo sabe apreciar, ya que es algo que no entra por los ojos y el tacto!

El Interior del Polo Trendline de fabricación regional

En relación al Volkswagen Polo que conocimos en persona hace escasos veinte días en Alemania (ver nota), la presentación del auto en general es más escueta. Además del cambio estético más comentado del paragolpes delantero, con un truco visual de agregar un inserto negro entre el portapatentes y la toma de aire central inferior (que agranda la percepción visual de dicha toma), el Polo brasileño pierde la manija de apertura externa del portón trasero, que en el modelo europeo tiene su manija incluída dentro del logo central VW pivotante, con el consiguiente abaratamiento en el costo de producción y la perdida de practicidad para el usuario. Además, la suspensiones del modelo fueron elevadas unos 20 mm para poder lidiar cómodamente con los caminos sudamericanos. 

El interior del Polo Highline que conocimos en Alemania el mes pasado.

En el interior, el inserto central que recorre la plancha a la altura del equipo de info-entretenimiento y que «desborda» hacia los paneles de puerta conteniendo las manijas de apertura, abandona la pintura símil color carrocería como tienen las versiones europeas, para optar por un tono gris mas conservador y común a todas las  variantes. En la versión Trendline es negro opaco, mientras que en el Highline es color gris medio con acabado brillante. Se pierde el contrapunto dle color carrocería en el contorno de la consola baja, alrededor de la selectora tambien, todos acentos estéticos puestos en la calidez y la percepción del detalle en contaste a las lineas tan netas de la plancha.

 

Seguramente tengamos que esperar a que se realice el lanzamiento local, en Enero de 2018 en el ya clásico evento de verano que la marca realiza a inicios de cada año en Cariló, para poder ver, tocar y manejar las unidades con la configuración definitiva para Argentina. En el evento brasileño, apenas si pudimos ver una unidad de la variante Highline, la que más diferencia hace con su equipamiento y su nivel de tecnología. No la pudimos manejar, ni apreciar el Info Active Display, otra novedad para con su segmento y que sin dudas dará que hablar.

El motor 1.6 litros MSI con 16 válvulas y 110cv que ya conocemos de otros modelos VW (como la Suran, el Fox, el Golf y el Polo sedán anterior que venía desde India) combinado con una caja de 5 marchas como la que probamos, nos resultó algo justo en prestaciones para el tamaño y peso del nuevo Polo. Con cuatro personas a bordo, y con el aire acondicionado funcionando en una jornada de más de 30 grados, se mostró algo perezoso y poco elástico en las recuperaciones. Hubo que recurrid mucho a la caja de cambios para poder manejarse con soltura durante el recorrido. Sin dudas, la motorización es clave en estos modelos que se quieren presentar como un sub-segmento «B Premium», y el tener solo ésta opción MSI para Argentina, tendrá que medirse con rivales más ágiles, como el Peugeot 208 (origen Brasil), el Ford Fiesta (origen México/Brasil según versión) o el Honda Fit (México), solo para nombrar a algunos. Modelos que además, se muestran mucho más atractivos en sus terminaciones interiores que el nuevo Polo.

El comando de caja, como en todos los Volkswagen pequeños y medianos que usan las transmisiones que salen desde la provincia de Córdoba al mundo, es de lo mejor, tanto en sus recorridos como en el tacto. Nos quedará pendiente probar como va la automática Tiptronic. Volviendo al Polo manual que manejamos, tal vez sean las relaciones de caja largas, tal vez hayan sido las importantes pendientes de la geografía paulista, pero ciertamente el Polo merecería un toque más de polenta. Las suspensiones son muy confortables y parecerían que fueron seteadas en busca de un andar más sereno, no tan secos como otros modelos VW. La dirección, que es eléctrica en todas las versiones, se muestra con el grado de asistencia justa (variable con la velocidad), aunque tamiza bastante las sensaciones de manejo. 

La noticia de que por ahora no se ofrecerá la variante con motor 1.0 TSI con turbo de 115 cv en Argentina, empaña el entusiasmo que podría haber a priori sobre el modelo, dejando como única opción un motor aspirado convencional, que debería ser solo para las versiones de entrada de un segmento B actual. Es un mal que adolece todo el segmento regional, la deuda para con motores más modernos y eficientes. El nuevo Volkswagen Polo, que podría elegir irrumpir en el mercado nacional ostentando el primer motor tricilíndrico turbo de bajo consumo y alta repuesta,  junto a un nivel de seguridad inusitado para su segmento, abandona desde el vamos esta postura diferenciadora y se para solo en el aspecto de la seguridad, algo que, lamentablemente, sabemos que no es la preocupación principal del consumidor argentino. Para que no queden dudas, la mayor diferencia entre el motor MSI  y el TSI no estaría en los 5 cv de potencia máxima, si no en el torque del motor, que es el par de fuerzas que brindan mejores aceleraciones y recuperaciones en el uso cotidiano, dando sensación de agilidad y elasticidad. Mientras que el MSI tiene 155 Nm de torque máximo a 4.000 rpm, el 1.0 TSI se destaca con 200 Nm entre las 2.000 y las 3.500 rpm. Además, las versiones brasileñas con motor 1.0 TSI tienen freno a disco en las 4 ruedas.

No decimos que no tendría que ofrecerse el 1.6 MSI 16v que probamos en Brasil, pero sólo a la base de la oferta, y no como única opción en un modelo que intenta sentar las bases de «Una Nueva Volkswagen», como tantas veces nos repitieron en el evento de lanzamiento. Tal vez el temor, desde lo comercial, sea que un Polo Highline con motor 1.0 TSI opaque o se superponga demasiado al Golf 1.4 TSI, pero nosotros desde Motorweb creemos que no sería así y serviría realmente para ofrecer una propuesta «redonda» en términos de producto global, eficiente y seguro. La base de este nuevo Polo es notable, y el problema radicaría en la configuración de la gama y en ciertos detalles de como lo hacen entrar por la vista y el tacto.

Para quienes no sean tan fierreros, hay muchas otras buenas noticias respecto a este nuevo modelo. Por empezar, la aislación acústica y el espacio interior son mucho mejores que los clásicos Volkswagens del segmento B Mercosur a los que estamos acostumbrados, como el Gol Trend y el Fox. En este aspecto, se nota la adopción de una nueva plataforma, que rueda más aplomada, con mejor distancia entre ejes y por ende más habitable. Las plazas traseras ganaron en espacio para todos lados. Suma nuevas tecnologías constructivas, que brindan una estructura más rígida y serena, sin penalizar el peso total del vehículo. El poseer una estructura desarrollada según los estándares más altos, apta para superar pruebas de choques y sacar las máximas calificaciones, hablan de un vehículo con muy buenos argumentos para quienes ponderen este aspecto. La adopción de los airbags frontales, más los laterales de tórax-cabeza, la seguridad en protección infantil con los debidos sistemas ISOfix, más el control de tracción y estabilidad con diferencial electrónico XDS, lo ponen al tope de la propuestas de su segmento en términos de seguridad activa y pasiva.

Desde Volkswagen Argentina, nos aseguraron que la configuración del habitáculo para Argentina será más atractiva a nivel estético, y que incluso los tonos de algunos plásticos del habitáculo -que serían más oscuros que los de las unidades probadas en Brasil- darán una percepción de mejor calidad y terminación. Pese al aspecto económico del habitáculo en la variante de entrada a la gama, su construcción se percibe sólida, con buenos encastres aunque con algunas rebarbas plásticas. Acaso sería algo de las primeras unidades fabricadas?

El equipo Composition Touch, táctil de 6.5″ con App Connect disponible desde la versión de entrada

Las tapicerías textiles que pudimos apreciar tanto en la versión Trendline como en una Highline, también son del promedio del segmento, pero más cercanas a lo que ofrece hoy un Gol o un Fox, que a los tapizados atractivos que ofrecen Fiesta, Fit o 208, solo para citar a los interiores mas «coquetos» y cuidados en detalles del segmento. Existe el factor tiempo también, y es imposible hoy predecir si estos interiores austeros del nuevo Polo seguirán sólidos y sin crujidos. Sabemos también que muchos de sus competidores lucen bonitos al principio, pero con el correr de los kilómetros… 

Por todo lo que te comentamos, creemos que el Nuevo Volkswagen Polo es un modelo difícil de encasillar. Nos dejó un cierto sabor a decepción entre la mecánica y la presentación austera del habitáculo, aunque por otro lado nos encantó la apuesta de ir por una plataforma y modelo globales, y por semejante nivel de seguridad, que además será común a todas las versiones de la gama. Esto no es poco decir en Argentina, donde la seguridad aun se entiende como un lujo y no como un derecho. Nos llamó mucho la atención tanto énfasis puesto en el área de la seguridad y la construcción estructural, y tan poco «cariño» puesto en la configuración de las versiones.

No notamos, salvo en el confort de marcha -no así la conducción- una gran evolución respecto a Gol Trend y Fox. Claramente la vuelta de pagina está marcada por la seguridad y la modernidad constructiva del nuevo producto, lanzado casi al unísono con Europa, aspectos que podrían no satisfacer la primera mirada o la lectura superficial del Polo por parte de una potencial clientela vernácula. Habiendo conocido ambas versiones del Polo, a una lado y a otro del Atlántico, está claro que no estamos hablando exactamente del mismo auto. Las terminaciones, detalles estéticos interiores, revestimientos y el tacto general, más las elecciones mecánicas para nuestro país, parecería que no hablan el mismo idioma que el europeo. La base, los «huesos» del auto, son de lo mejor del segmento, pero es como que nos fuimos de un extremo al otro. Esperemos a Enero, ya en suelo Argentino y con las unidades definitivas, tener una nueva aproximación a este Volkswagen Polo.

 

 

 

 

 

Por Christian Kleinberg

Periodista y Arquitecto, escribo en Motorweb Argentina desde el 2009, año en que cree este sitio. Me fascinan los autos y todas sus derivaciones con 2, 4 o 6 ruedas. Soy de Buenos Aires, pero tambien viví en otros lugares del planeta. Entusiasta de los viajes, de los autitos en escala, de los clásicos y del buen diseño.

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