El SUV compacto que nació como un producto noble y económico para su uso todo-camino, tuvo gran aceptación en los mercados globales en los que se ofrece y esto llevó a la marca a redoblar la apuesta sin perder su espíritu.

A primera vista se la ve reconocible como una Duster, aunque luce un poco más voluminosa, con la trompa más corta y el parabrisas más lanzado. Esto mejora la aerodinámica y los consumos. En la trompa se luces las ópticas con faros con luces de marcha diurna de LEDs, mientras que en la vista trasera se destacan los faros de base cuadrada, que encienden «dibujando» una X, lo que no deja de hacernos recordar a las luces del Jeep Renegade. 

En el interior, inédito hasta este debut mundial, se percibe una subida de calidad y terminaciones, con mayor presencia y un muy renovado diseño. Por supuesto que el modelo mantiene su lineamiento de vehículo de precio competitivo y conveniente, con lo cual quien busque plásticos inyectados blandos y demás sofisticaciones al tacto no las encontrará aquí. Creemos en cambio que quienes aprecien el modelo por haber tenido una, encontrarán en esta nueva generación, una evolución interesante sin traicionar sus orígenes. 

Entre las novedades de esta nueva generación, hay equipamientos que antes no estaban disponibles: tendrá los airbags de cortina, un sistema de ayuda al estacionamiento con cámaras de visión delantera y trasera, columna de dirección regulable tanto en altura como en profundidad, sistema de detección de objetos en el ángulo muerto, climatizador automático, luces con automatismo para el encendido y acceso y arranque sin llave. 

Esta nueva generación de Duster, que en muchos mercados -entre ellos el nuestro- se venderá bajo el logo Renault, debería llegar a ofrecerse en el Mercosur desde mediados del año próximo. En Europa, las ventas comienzan a finales de Octubre próximo. Mirá toda la galería de fotos que sacamos en el salón alemán.

Por Javier Krause

Cineasta de formación, fotógrafo por deformación. Colaboro con Motorweb desde el 2014, experiencia que me permite desarrollar mi espíritu “petrolhead” de manera más profesional y enfocada. Vocación por todo lo que tenga motor y la posibilidad de conducirlo. Soy de San Isidro, pero radicado en Suiza hace un par de años.

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