Luego de la presentación estática y social del nuevo Honda Civic (ver nota), fuimos invitados a la pista del Owner’s Club a tomar un primer contacto con la décima generacion del modelo japonés fabricado en Brasil. Nuestras impresiones y gran galería de imágenes exclusivas por Martín Lübel.

Poder tomar contacto con un nuevo modelo ni bien sale es siempre deseable. Por supuesto que no se puede hacer un examen completo con solo unas vueltas de minutos a un circuito, pero bien vale como primer acercamiento y deja impresiones importantes para transmitir. Además, con luz de dia y lejos de la música fuerte y los efectos lumínicos de una presentación nocturna en un salón de eventos, pudimos apreciar en detalle de que se trata este completamente nuevo Civic. En las pruebas había a disposición de la prensa las versiones tope de gama EX-T con el motor 1.5 Turbo, y el intermedio 2.0 aspirado en nivel EX-L, el que aun no tiene precio y sale a la venta recién el mes próximo.

Sin dudas este Civic, al igual que la octava generación cuando salió en 2006, tiene una silueta revolucionaria. Su diseño no pasa desapercibido y se diferencia del resto. Seguramente habrá quienes se enamoren al instante de su osadía, así como quienes no comulguen con tanta modernidad. Lo cierto es que un mar de marcas y modelos que se asimilan entre sí, Honda ha sabido buscarle la vuelta a su mediano global para ofrecer una décima generación completamente distinta. Pero lo importante de este evento fue el poder darle unas vueltas rápidas al circuito Owner’s club, una pista privada mas pensada para girar con clásicos que con autos modernos, pero que bien sirvió para arrojar estas conclusiones. 

Por dentro el nuevo Civic se presenta con líneas angulosas y una marcada horizontalidad en todas sus formas. Las terminaciones lucen muy bien, tanto a la vista como al tacto. Hay profusión de materiales inyectados que elevan la percepción de calidad. Las diferencias de habitáculo entre EX-L y EX-T son mínimas. El EX-T 1.5 Turbo es el único que trae techo corredizo y pivotante de vidrio y es por ello que puede que se perciba apenas más luminosidad adentro del mas full de los Civic.

La posición de manejo es excelente, y se puede regular el volante tanto en altura como en profundidad, así como la butaca, de buen perfil y sujeción, que se regula en altura también. Como en todo auto Mercosur, siempre hay algún ahorro, y en este caso el Civic no tiene regulación lumbar en la butaca del conductor. Adentro es amplio y cómodo y la distribución de comandos es lógica e intuitiva. La adopción del freno de mano eléctrico, permite despejar la consola central de una palanca manual de freno, logrando una especie de túnel central bien alto, y lleno de espacio interior de guardado. Las plazas traseras ganaron en espacio, perdieron el piso prácticamente plano en el centro, pero la distancia para las piernas de los pasajeros traseros aumentó y mejoró la habitabilidad posterior.

El tamaño del baúl tambien creció mucho respecto al modelo anterior. Pasó de 376 litros que ofrecía la novena generación a los actuales 525 litros de este nuevo Civic. Un montón! Tanto así que queda como uno de los más grandes de su segmento por encima del VW Vento (510l.), Nissan Sentra (503l.), Toyota Corolla (470l.), solo para nombrar algunos referentes. Lamentablemente el nuevo Civic ya no trae rueda de auxilio homogénea como lo hacía el anterior modelo, y lo que nos llamó la atención es que el EX-T tenía tecla externa de apertura del baúl, entre las luces de patente, pero los modelos 2.0, no. 

Llega el momento de tomar el volante de la versión más completa de la gama, que inicia una nueva era en la marca, al adoptar un motor con turbo por primera vez en su historia regional.  Arrancamos y su andar es silencioso. Se nota el buen trabajo de insonorización en baja, aunque habrá que chequear en ruta abierta a velocidades constantes si se mantiene esta bondad. La caja automática CVT funciona suavemente y en concordancia con el motor 1,5 turbo. Se trata de una caja que viene pre-programada para emular 7 relaciones, aunque sabemos que en las CVT no hay 7 engranajes -uno por relación- si no un sistema de poleas comandados por correas que van cambiando la supuesta relación.

No es una caja deportiva, aunque  le hayan colocado levas al volante o «modo Sport». Es una variante de la caja CVT que es un poco mas disfrutable que la CVT de los Civic 2.0 aspirados, pero que es incompatible con el disfrute al volante para quien sueñe que un auto con motor turbo pueda ofrecer mas diversión por el mero hecho de portar el termino «TURBO» en su nombre.  La puesta a punto de suspensiones -independiente  también atrás- y los frenos, son impecables para un sedan de este segmento. Realmente se mantiene muy bien en curvas, no se va de trompa cuando lo apurás y frena muy bien.  Pero, la combinación entre motor turbo y caja CVT está netamente enfocada al «modo paseo», por mas Modo Sport que se elija. 

Seguramente sea un producto mucho mas disfrutable en largos viajes, ponderando el motor turbo y las 7 relaciones CVT, que en salidas de manejo para despuntar el vicio de entretenernos al volante. Que no se malentienda, por lo testeado brevemente hasta ahora, parece ser un gran producto, con mucha tecnología, alta calidad y buen funcionamiento. Impecable de chasis y frenos, pero a la sombra de lo que cualquier usuario Honda que haya tenido un Civic Si de octava generación pueda esperar. De todos modos, este nuevo Honda Civic tiene mucho por ofrecer, pero esperaremos a poder probarlo a fondo durante más días y más kilometros para llegar a una critica seria.

 

Por Christian Kleinberg

Periodista y Arquitecto, escribo en Motorweb Argentina desde el 2009, año en que cree este sitio. Me fascinan los autos y todas sus derivaciones con 2, 4 o 6 ruedas. Soy de Buenos Aires, pero tambien viví en otros lugares del planeta. Entusiasta de los viajes, de los autitos en escala, de los clásicos y del buen diseño.

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