Luego de su lanzamiento en Bariloche a inicios de año, decidimos dar una nueva mirada en profundidad a la versión tope de gama del Peugeot 2008, equipada con el motor 1.6 Turbo. La usamos durante una semana en ciudad, ruta y campo y te contamos nuestras conclusiones. Con galería de fotos exclusivas por Martín Lübel.
El formato de los SUV y los crossovers parece no tener fin. Todos quieren un bocado de lo que parece ser el tipo de vehículo más versátil para el público de esta época. Vienen en variedad de tamaños, formatos, y distintos niveles de rusticidad o sofisticación, según para donde intente ir la marca con su producto. Tambien es cierto que de alguna manera fueron reemplazando – sobretodo en Sudamérica- a las familiares, una especie al menos en extinción por estos lares. Peugeot llega relativamente tarde a este nicho de mercado pero lo hace con estilo y mucha tecnología y seguridad, ítems que el cliente urbano no deja de elegir a la hora de preferir uno u otro «todocamino light». El Peugeot 2008 se inscribe entre aquellos que están más cercanos a un crossover que a un SUV, no solo por su tamaño y silueta, sino también por sus soluciones de tracción.
Sus líneas exteriores son indudablemente Peugeot. Un buen ejercicio de estilo llevado a la realidad, a nuestro entender con mejor resolución de su cola y su lateral que en el frente. La trasera del auto se muestra alta y sólida, bien resuelta. Inspira fortaleza, dinamismo. El lateral, va escalonando la altura de techo y cintura con interesantes recursos y trucos para ganar altura en las plazas traseras y el baúl, sin mostrarse al ojo como saltos muy perceptibles. Pequeño guiño históricos sobre las ventanillas traseras que remiten a un recurso usado en los años ’70 en el Matra Ranch, modelo que la marca francesa supo ofrecer en Europa en aquellos tiempos a través de sus controladas Simca-Matra y Talbot, todas hoy desaparecidas. Tiene el trabajo justo de superficies ondulantes en el lateral, como para demostrar carácter, sin incurrir en excesos.
En la trompa en cambio, vemos aún parte de una búsqueda de identidad intermedia en Peugeot, y que parecería estar encaminada según lo expuesto en el último Salón de París con los inéditos Peugeot 3008 y 5008 y un reciente restyling que ya tuvo el 2008 en el Viejo continente. Las líneas, los apliques cromados, las llantas diamantadas y la complejidad en general de sus agradables líneas nos paran más frente a un vehículo urbano que a veces podrá salirse de su ruta, más que a un aventurero nato.
No obstante su aspecto distinguido, en la versión con motorización 1,6 THP, el Peugeot 2008 puede hacer gala de un sistema electrónico que dosifica la tracción inteligentemente, como para salir adelante en situaciones más desafiantes que el asfalto. Dicho esto, hay que entender al 2008 Sport con motor THP como un pequeño familiar versátil, ágil y con tracción «extendida» pero de ninguna manera equivalente a una doble. Y eso se verifica solo en la variante con motor Turbo, el resto de la gama solo goza de una altura al piso mayor, nada más.
El interior también hace gala de cierto refinamiento para su segmento. Una paleta de colores diferente, volcada al marrón y en contraste muy logrado con el plástico en tonos simio aluminio satinado. El diseño de la plancha retoma exactamente el del subcompacto 2008, auto del cual deriva completamente. La plancha del 2008 ofrece entonces esa doble situación entre el plano del clúster de relojes alejado y por encima de lo común, y un volante pequeño y bajo, que alteran la clásica receta de mirar los relojes por entremedio del aro del volante. A nosotros, habiendo probado en reiteradas ocasiones esta fórmula en los últimos tres años, no nos desagrada y cumple perfectamente con el manejo urbano y en rutas. El truco es llevar al pequeño volante lo mas bajo posible -sin que nos toque las piernas, claro- y manejar disfrutando de la visión despejada.
La posición de manejo es buena, con una butaca bien perfilada, de buena sujeción lateral, de tapicería mixta eco-cuero/textil en el centro. Se regula en altura, mientras que la del acompañante es fija –curiosa costumbre Mercosur de todas las marcas, el ahorrarse la regulación en altura del pasajero delantero- y a nuestro gusto parece instalada un poco alta. El volante también regula en dos planos –profundidad y altura- con lo cual la mayoría de las contexturas podrá lograr una buena posición. Tiene apoyabrazos central para acompañar el manejo, lo que es especialmente apreciado en largos viajes. Nos hubiera gustado que los apoyacabezas delanteros fueran pivotantes, porque asi fijos como vienen, quedan un poco lejos de la cabeza.
Todo el entorno es agradable y la luminosidad del habitáculo está garantizada por el enorme techo de cristal fijo, que también puede ser tapado con una rápida cortinita eléctrica. Nos quedó la duda (habría que probarla en pleno verano), que tal filtraría el sol un mediodía de enero… Las plazas traseras son justas. Considerando su tamaño general están dentro de la media si comparamos con otros productos de su talla, como pueden ser el Chevrolet Tracker, Ford Ecosport o un Honda HR-V. Tal vez a lo ancho es donde se note mucho más la herencia del 208 y donde pierde un poco si lo comparamos con sus competidores.
Es cómodo para dos adultos hasta 1.75m de altura, con un tercer pasajero central ya un poco mas comprometido en espacio. Afortunadamente hay cinturones de seguridad inerciales de tres puntos y apoyacabezas regulables para las personas que viajen atrás, además de ganchos ISOfix para butacas infantiles con lo cual está incluída la seguridad para los 5 pasajeros. Tirón de orejas para las ventanillas traseras que no bajan del todo, quedando más de 2/3 del cristal afuera de la puerta, debido a la forma de estas últimas y la curva del pasarruedas trasero.
La motorización de esta variante «Sport» es conocida por nuestros lectores. Se trata del eficiente 1.6 THP que desarrolla 165cv de potencia máxima, una cifra más que interesante para este vehículo de 1.300 kilos de peso. Se combina únicamente con una caja de cambios manual de 6 marchas, la variante automática podría llegar mas adelante, puesto que lisa y llanamente, hacen falta modificaciones en el casco para que el conjunto motor-caja quepan en el actual 2008. Es una pena que no esté disponible una variante Tiptronic con este motor, que haría las delicias de muchos con una propuesta casi imbatible en su segmento. Como opción automática, Peugeot si ofrece una caja AT convencional de 4 relaciones, pero emparejada con el motor 1.6 aspirado de 115cv.
El motor turbo 1.6 mueve con soltura al 2008, y la caja de sexta, bien escalonada, aprovecha toda la elasticidad del propulsor. El generoso torque de 240Nm -ya disponible parejo desde las 1.400 rpm- brinda elasticidad en todo momento y los 165 caballos le dan unos bríos poco usuales para este tipo de vehículo. Tanto que en determinadas ocasiones, bajo fuerte aceleración al pasar a segunda, notamos una brusquedad en la transmisión para poder poner esa potencia al piso. El control de tracción entra en acción, entorpeciendo un poco esa aceleración.
El consumo es otro de los buenos argumentos de esta mecánica. En rutas se conforma, circulando establemente en sexta marcha a 130 km/h con el control de crucero conectado, con meros 7.6 litros cada 100 Km, mientras que en el ciclo urbano obtuvimos 9.2 litros/100 km o 10.82 km por litro si alguno lo prefiere leer así. A esta altura, explicar lo eficiente que se volvieron los motores turbo-nafta combinados con cajas de 6 o 7 marchas es innecesario: sin dudas, frente a la escasez de variantes modernas diesel en el país, éste tipo de motores resultan una buena alternativa. No los reemplazan, pero rinden muy bien si uno es gentil con el pie derecho.
Solo la motorización Turbo permite algunas incorporaciones de funcionalidades vinculadas todas a la electrónica. Tal vez la mas importante sea el Control de Estabilidad ligado al Grip Control. Este sistema aprovecha las lecturas y acciones sobre los frenos y el par motor, para administrar mejor la tracción en diferentes tipos de terrenos. Como dijimos, no es tracción total, pero suma ayuda en terrenos mas comprometidos dando un recurso extra. Con la rueda ubicada en la consola central, detrás de la selectora de cambios, podemos elegir entre asfalto. nieve, barro o arena, además del modo de control de estabilidad desconectado, ideal si necesitáramos usar cadenas, por ejemplo.
El sistema sirve y si bien no es para quien le guste meterse en travesías, le dará al conductor un as en la manga para esas bajadas del camino que una vez cada tanto se pueda permitir el típico conductor urbano de esta Peugeot 2008. Ideal para meterse en la playa o en algún camino rural que recibió algo de lluvia. Pudimos probarlo en ésta última circunstancia y resolvió su tránsito bastante dignamente para un crossover de simple tracción.
Uno de los rubros para reprocharle al 2008 es el de los frenos. Pese a los discos en las cuatro ruedas (ventilados adelante/sólidos atrás), las distancias de frenado sobre asfalto seco no son las mejores. Más de 40 metros para detenerlo desde los 100 km/h excede lo ideal. Por el costado de la seguridad, la propuesta de la versión mas completa del peugeot 2008 es mas que satisfactoria. Ya mencionamos los 5 apoyacabezas y 5 cinturones inerciales, los ISOfix, a lo que podemos sumar 6 bolsas de aire, el Antibloqueo de frenos ABS, con repartidor electrónico, control de tracción y estabilidad ESP con uso extendido en el GRIP CONTROL para diferentes tipos de terrenos, faros antinieblas delanteros y tarseros, faros delanteros de marcha diurna el LED, ayuda al arranque en pendientes, entre lo mas destacable. Tal vez podríamos pedirle mejores luces frontales, con xenon o LED de alta potencia en bajas/altas, que no son muy eficientes en rutas oscuras.
El baúl del Peugeot 2008 ofrece 402 litros de capacidad, que pueden ser ampliados rebatiendo los asientos traseros, total o parcialmente. Es un poco menos que los 431 litros de la Honda HR-V, pero mas que los 367 litros de la Ecosport, o los 306 de la Tracker. El espacio de carga está bien terminado, completamente revestido, con la rueda de auxilio bajo el piso alfombrado. El auxilio no es homogéneo con el resto de las 4 ruedas en estilo (es de chapa y no de aleación), pero lo mas grave es que no es ni la medida de las demás (205/60/16) ni del mismo tipo, porque las 4 titulares son del tipo para uso en terrenos mixtos. Sin dudas un tema a rever.
Entre el nutrido equipamiento que encontramos en ésta variante Sport del 2008, tendremos el equipo de infoentretenimiento con pantalla táctil color de 7 pulgadas, con navegador, cámara de retroceso y sensores de estacionamiento delanteros y traseros (sonoros y gráficos), 4 parlantes más dos tweeters, conexión Bluetooth para audio streaming y para hablar por celular, reproductor de mp3, entradas USB y AUX, aunque aún no tiene disponible el sistema de screen mirroring con Android Auto y Apple CarPlay. Buena respuesta de la pantalla al tacto y fácil de usar, no solo por el software si no por la ubicación elevada y cercana al conductor que la hacen muy práctica.
El Peugeot 2008 se comercializa en Argentina en 5 versiones. La probada es la única con el motor 1.6 Turbo THP de 165cv y caja de sexta. Las demás equipan el motor 11.6 aspirado de 16 válvulas y 115cv, combinados con caja manual de quinta o automática convencional de 4 marchas. Arranca con precios de 336.800 Pesos y termina en los 443.900 Pesos de la versión tope de gama aquí probada. Hay 6 colores de carrocería para elegir y la garantía es de 3 años o 100.000 kilómetros.
Qué nos encantó del Peugeot 2008 1.6 THP Sport:
- Motorización eficiente y moderna
- Equipamiento de seguridad activa/pasiva
- Consumos contenidos
- Terminaciones/detalles
Qué no le perdonamos al Peugeot 2008 1.6 THP Sport:
- Sensible a vientos laterales
- Frenos justos
- Insonorización mejorable
- Primera marcha brusca/manejo de la potencia
- Falta de opción con caja automática
- Auxilio no homogéneo
