Durante una semana probamos el renovado Citroën C3 Aircross, luego de un logrado restyling regional. Conclusiones sobre sus cualidades y los puntos a mejorar, en esta nota. Con galería de imágenes exclusivas por Martín Lübel.
El Citroen C3 Aircross llegó a nuestra región como una evolución local del C3 Picasso, aunque lo curioso es que primero apareció la variante aventurera (la Aircross en 2010), para recién dar espacio a la versión Picasso un año después. El mercado regional prefirió de algún modo la variante Aircross, y al día de hoy la marca solo ofrece esta versión.
A finales del año pasado, tuve su primer restyling, separándose así definitivamente de las variantes europeas. Es curioso, porque en Europa aun conserva su aspecto original y aquí en el Mercosur ya adoptó la nueva imagen de marca frontal que tienen varios otros modelos de Citroen en el Viejo continente, como los C4 Picasso, el C1 o el novísimo E-Mehari.
Se trata de un monovolumen familiar, compacto, de 4.09 metros de largo, que pueden crecer hasta los 4.30m totales si uno elige la opción de la rueda de auxilio externa. Finalmente Citroen se dio cuenta que la opción de la rueda externa no es “lo mas” y propone el camino inverso: quien la quiera, deberá pedirla como un opcional aparte. A nosotros nos parece una excelente propuesta, ya que nunca estuvimos de acuerdo con la literalidad de colgarle una rueda de auxilio a cualquier auto para hacerlo parecer aventurero. Mas allá del cambio de trompa, y de las variantes sin auxilio externo, el C3 Aircross sigue siendo el mismo que antes. El restyling sirvió para repasar algunas cuestiones, mejorando sutilezas mecánicas y tecnológicas.
El frente es lo que mas llama la atención del restyling y debemos decir que creemos que han hecho un muy buen trabajo. Incluso nos gusta mas que antes. Suma luces de marcha diurna en LED, faros principales con proyectores, y un buen balance entre partes pintadas color carrocería y en plástico negro. Su aspecto es original, fresco, sin ser empalagoso en al trillada recete regional de agregar insertos de plástico negro con tal de dar ese look offroad que tanto hace suspirar al publico vernáculo.
Las llantas también se renovaron, y en esta versión tope de gama “Shine” (estrena además nueva nomenclatura de modelos), son de 15 pulgadas con pintura gris oscuro. El paragolpes trasero también obtuvo sus modificaciones, y ahora muestra un perfil mas dinámico, con ambas luces de marcha atrás y antiniebla encajadas como si salieran de abajo.
Éste detalle de diseño de la cierto movimiento a la parte baja, dándole una vuelta de rosca al típico aplique símil difusor. Lo que no nos pareció muy acertado, es la ubicación de la nueva cámara de marcha atrás, justo en plena zona de contacto del paragolpes. En resumidas cuentas, un restyling bien logrado, con un diseño que aun resulta canchero y actual.
En el interior también hubo una pasadita en limpio, con cambios principalmente en la plancha, que ahora aloja una pantalla táctil fija de 7 pulgadas, que incluye en esta versión hasta el navegador GPS, al monitor de la mencionada cámara de retroceso y el sistema “Mirror Link”, que espeja las aplicaciones de nuestro Smartphone para que podamos utilizarlas a bordo y a través de esta pantalla.
Además, la plancha tuvo un rediseño que la simplifica en el mejor sentido de la palabra, haciéndola mucho más actual y exaltando su horizontalidad. Ahora tiene un gran aplique en plástico blanco brillante que va de lado a lado, que viste mucho el ambiente, aportando un aire tecnológico. Imposible no pensar en todos los smartphones, tablets y demás gadgets tecnológicos cuando vemos ese material. Queda muy lindo, aunque a ciertas horas del día y según como le dé el sol, los reflejos pueden molestar.
En medio de esta franja se inserta la nueva pantalla táctil de 7 pulgadas, ahora mucho más útil y de uso más intuitivo que antes cuando se alojaba en la parte superior del tablero. Lo que si debemos criticarle, es la falta de un botón físico para prender y pagar el sistema, y la clásica perilla para el volumen. Hay cosas, que deben ser simples, intuitivas, directas. Más cuando uno maneja. Las salidas de aire ahora ya no son circulares, si no de forma cuadrada con bordes redondeados. Volante, relojes del panel y comandos de climatización permaneces prácticamente iguales. Sigue con su clásico climatizador automático de una vía, un plus en su segmento y que además enfría bastante bien.
Lo que no sobra son portaobjetos razonables, ya que lo que hay en la consola o tienen forma rara o son poco aprovechables. Intenta compensar con bolsillos de puertas, pero aun así, falta espacio para guardar cosas. La percepción general de los plásticos es buena, con encastres medianamente cuidados, aunque todo rígido sin ninguna superficie inyectada/blanda. Las contrapuertas tiene un pequeño inserto en tapicería, que le quita un poco de rigidez a tanto plástico duro. Nos gustaron los tapizados, en una mezcla de ecocuero (en dos tonos de gris) en los laterales y con tela con relieve en el centro. Visten mucho el habitáculo y junto a estar bien perfilado y con apoyabrazos rebatibles individuales en las butacas delanteras, se consigue una cómoda postura.
En el caso del conductor, tendrá además regulación en altura y columna de dirección regulable, aunque solo en el eje vertical, quedando en deuda la regulación en profundidad. El grupo PSA aún sigue recurriendo en nuestra región al viejo sistema de comandos satelitales detrás del volante para el control de velocidad crucero/limitador de velocidad y para el equipo de audio. El sistema es intuitivo si el auto es tuyo y lo tenés desde hace tiempo o venís de otro auto de la marca (el Peugeot 206 ya lo tenía en 1999), pero el hecho de no ver los iconos porque están escondidos detrás del volante no parece lo ideal, sobre todo si pensamos en gente que puede usar el auto ocasionalmente.
La posición de manejo es elevada, y esto es un valor para muchísima gente. Desde aquellos que les gusta sentarse alto para “dominar” las visuales del camino, o para aquellos que requieren menos esfuerzo para entrar o salir del auto. SI podemos criticarle la pedalera muy próxima, que resentirán los conductores muy altos. Buena visibilidad hacia todos lados.
Las plazas traseras son confortables y podrán acoger a tres pasajeros solo para viajes cortos/medianos o a menos que sean tres niños. Afortunadamente la marca dotó al asiento trasero de tres apoyacabezas regulables en altura y tres cinturones inerciales de tres puntos. Esto es muy importante ya que las tres personas que viajen atrás tendrán iguales chances de ser retenidos correctamente en caso de colisión, algo que no se da en la mayoría de los productos regionales. Podemos citar, solo como (mal) ejemplo, el Volkswagen Suran, el Ford Ecosport, el Renault Duster entre los autos de uso típicamente familiar y que podrían ser competencia del Aircross, que “olvidan” al quinto pasajero.
Y hablando de olvidos, tirón de orejas para el Citroën C3 Aircross que no sumó con el restyling los ganchos ISOfix para butacas infantiles. Ya que hablamos de seguridad, nos llama la atención la curiosa configuración de este modelo. Por un lado, contempla los 5 cinturones inerciales de 3 puntos, ofrece airbags laterales delanteros de tórax, tiene faros antiniebla delanteros Y TRASERO, pero por otro lado no sumó control de estabilidad ESP ni ISOfix en el restyling, y no ofrece bolsas de aire de cortina ni siquiera en las versiones más equipadas.
El baúl, amplio y modulable, sorprende con una buena altura. Los respaldos tarseros son rebatibles asimétricamente, y pueden volcarse solo los respaldos o bien rebatir completamente el cojín para ganar altura de carga desde el piso mismo del auto. El volumen es de 403 litros de capacidad de carga, que pueden ampliarse hasta llegar a los 1.500 litros. Bajo el piso, está el buche con la rueda de auxilio, que es una rueda de chapa negra con neumático de distinto tipo y medida. Las cuatro gomas del auto son de tipo mixto (Pirelli Scorpion ATR), en medida 205-60 con llanta de aleación de 16 pulgadas, mientras que la de repuesto calza 195-60 sobre llanta de 15”. No es la mejor solución para encarar un viaje largo, especialmente en un vehículo propuesto como un todo-camino.
Mecánicamente el Citroën C3 Aircross no varió demasiado con este restyling de media vida. Sumó contenidos tecnológicos, como dicta la moda últimamente en la región, pero no obtuvimos mejoras reales o avances en la motorización. A esta versión Shine, la mueve un 4 cilindros naftero de 1,6 litros, con 16 válvulas y 115cv de potencia máxima. Se combina únicamente con un una caja manual de 5 marchas. El conjunto es un tanto convencional y PSA ya debería estar ofreciendo nuevas motorizaciones con más torque y al menos cajas de sexta, como para bajar el régimen de rotaciones y consumos a alta velocidad.
No es un mal motor, se desempeña correctamente, pero lo notamos muy justo para el tamaño del auto, su silueta elevada, y las posibilidades de cargarlo. En ciudad es ágil y cómodo, responde perfectamente al uso de un conductor normal que requiera ir del punto A al B sin mayores pretensiones dinámicas. En rutas es donde está más comprometido y donde aparece la contradicción con su aspecto. Uno esperaría un vehículo de entonación familiar, aventurero, viajero, para disfrutar en vacaciones. Pero, al contrario, es un auto para rutear serenamente, sin sobresaltos ni grandes desafíos de sobrepasos o caminos escarpados, especialmente si vamos muy cargados con 5 ocupantes y equipaje. Entre las mejoras, Citroen cambio la asistencia hidráulica de la direccion por otro de tipo eléctrica, lo que aliviana el vehículo y salva algo de potencia del motor al hacerla independiente.
El seteo de las suspensiones obviamente está orientado al confort, con un muy buen trabajo de filtrado de irregularidades. Se lo nota robusto y bien armado, y eso trasmite seguridad. Viaja bien en el rectilíneo, siempre y cuando no haya vientos cruzados fuertes, algo lógico con su silueta elevada. Por el mismo motivo , y su baricentro elevado, no es amigo de las curvas demasiado bruscas, Pero, quien elija un Aircross, no tendrá en la mira andar haciendo “Primes” de Rally en las sierras cordobesas y se encontrará con un vehículo cómodo y ameno para pasear disfrutando el paisaje, pudiendo meterse en caminos un poco más ásperos si hace falta, aunque siempre sabiendo que no se trata de una camioneta 4×4 ni un SUV. La marca asegura que re-calibró las suspensiones del Aircross y ademas, instaló una nueva barra estabilizadora en el eje posterior.
El consumo es acorde a la edad de la motorización. En ciudad, consume típicos 10.5 litros cada 100Km y en ruta viajando por ejemplo en quinta marcha a 3.500 vueltas, necesita apenas un poco menos, 9 litros. Esto es entendible ya que su formato elevado requiere más fuerza para penetrar el aire y eso se lleva algún litrito más de nafta. Le vendría muy bien una sexta marcha, como para arrimar más los primeros tres cambios y tener más pique de abajo, y relajar el andar en alta con un régimen de rotación menor. Y por ende, un poco menos de sonoridad de motor. De todos modos, hubo una mejora en las relaciones, haciéndolas un poco mas largas, pero definitivamente lo que falta es una marcha mas.
Lo bueno es que al ser un motor “clásico”, aspirado, se confirma con nafta Súper (si es de la buena, claro). Los frenos a disco solo en el eje delantero, nos parecieron un poco justos. Es un auto familiar, plausible de ser cargado mucho en vacaciones, con lo cual merecería un poco más de poder de frenado, tal vez sumando discos sólidos atrás. En ciudad, van perfecto, pero a alta velocidad y en fuertes pendientes, le falta un poco más de power.
En líneas generales el Citroën C3 Aircross logró mejorar con este restyling. Mejoró mucho su diseño, es atractivo y funcional, y se volvió muy deseable. Sumó tecnología, que parece ser un buen gancho frente a los consumidores de hoy, pero nos deja el sabor amargo de no haber aprovechado el restyling para optimizar la dotación de seguridad, que hace tanta diferencia a la hora de elegir un auto. Mucho más si es familiar. A nivel mecánico, sigue siendo una opción confiable y rendidora, que opta por el camino de un conjunto convencional, sin complicaciones.
El Aircross en versión Shine puede elegirse con o sin rueda de auxilio exterior trasera, siendo sus precios de lista al momento de esta publicación, de 361.000 Pesos y 365.000 Pesos para la versión con auxilio externo. Está disponible en cuatro colores de carrocería y su garantía es de 3 años o 100.000 kilómetros, lo que suceda primero.
Que nos encantó del Citroën C3 Aircross 1.6 Shine:
- Rediseño logrado
- Modularidad interior/habitabilidad
- Info-entretenimiento a bordo
- Capacidad de carga/Practicidad de uso
- Confort de marcha urbano
Qué no le perdonamos al Citroën C3 Aircross 1.6 Shine:
- Motorización de potencia escasa
- Falta caja de sexta marcha
- Sin Control de Estabilidad
- Sin Ganchos ISOfix para asientos infantiles
- Faltan airbags de cortina
- Frenos justos
