Con motivo del 90° aniversario de su división motos, BMW presentó en 2014 la BMW R Nine T. Nuestro experto en motos, Sebastián Mattanó, probó el modelo 2016 durante una semana, en la que recorrió cerca de 1800 km entre ciudades y rutas bonaerenses. Te contamos todas sus impresiones en esta nota, con fotos exclusivas por Martín Lübel.
A primera vista, es casi imposible evitar notar la reminiscencia del modelo R 90 de finales de los 70s, aunque con un diseño minimalista, situado entre un “café-racer” y un “scrambler” con numerosas posibilidades de personalización. Se trata de una moto con marcado estilo vintage, pero reinterpretado en clave moderna, con toda la tecnología actual de BMW. Es parte de la línea “Heritage” de la marca bávara y ya se vende en nuestro país.
Lo primero que notamos es su horquilla invertida de 46 mm y 120 mm de recorrido en lugar del “telelver”, el sistema de suspensión que es habitual en los modelos bóxer de la marca. De correcto funcionamiento, brinda comodidad en el tránsito urbano y seguridad cuando queremos disfrutar de la moto en caminos más sinuosos aún abriendo gas, ayudada por un amortiguador de dirección ubicado bajo el faro delantero. Si bien no presenta la posibilidad de regularla en dureza y precarga, no lo consideramos un faltante en este tipo de vehículo.
Para montar este sistema de suspensión se ha tenido que diseñar un nuevo chásis tubular que va unido a un subchasis desmontable, lo que permite convertir la moto en monoplaza en tan solo unos minutos. Esta es una de las tantas posibilidades de personalización de la Nine T que comentábamos anteriormente. Por otro lado, el mono amortiguador trasero cuenta con regulación en precarga y extensión. Esto sí se vuelve importante al viajar acompañados y/o con equipaje.Va montado sobre el Sistema paralever, en el que el cárdan trasero se ve «ayudado» por un tirante superior, que hace bastante más suaves las típicas reacciones secas y bruscas de un cardan convencional en fuertes reducciones.
La mecánica corre por cuenta de un motor bóxer, ícono de la marca, lanzado al mercado en 1994. BMW eligió esta motorización refrigerada por aire y aceite en lugar del actual, que agrega refrigeración por agua para– según declaraciones de la marca- darle un carácter más clásico. Es un bicilíndrico bóxer de 1.179 cc. de cilindrada, con un par motor de 119 Nm de torque máximo y 110cv de potencia. Con estos valores, logra una aceleración de 0 a 100 km/h en menos de 4 segundos y supera los 200 km/h con mucha facilidad. Al ser una moto “naked” es difícil sostener esas velocidades elevadas con el pasar de los kilómetros. Este Boxer es un motor bien noble, probado y confiable, con un torque excelente, que nos permite hacer sobrepasos en ruta sin necesidad de bajar marchas.
Un dato a destacar para aquellos que no han tenido la posibilidad de probarlo en alguna de las motocicletas de la marca, es que presenta un leve bamboleo entre cambio y cambio, ya sea ascendente o descendente -lo que puede sorprendernos si no estamos acostumbrados- pero nosotros lo encontramos muy difvertido sobre todo en los descensos de marchas exigidos antes de negociar una curva. Esto, acompañado de una caja de 6 marchas muy precisa y de tacto agradable, con embrague hidráulico, forman un conjunto mecánico que entrega muchas satisfacciones.
El escape de serie es un Akrapovic de titanio, contribuye a su carácter deportivo con un sonido embriagador y algunas contraexplosiones, bajando el medio régimen de rpm, lo que se vuelve casi adictivo y despierta el niño que todos llevamos dentro. Si preferimos aumentar el sonido, podemos quitarle las sordinas y aquí encontramos otra de las posibilidades de personalización ya que se puede equipar un tubo de unión más corto o más largo para modificar la posición de los tubos de escape, montándolos más abajo o más arriba. Esto le dará un carácter más café racer o scrambler según la elección.
En el apartado de frenos, montados sobre llantas de rayos 17 pulgadas con neumáticos con cámara (si, con cámara) de 120 adelante y 180 atrás, encontramos en el tren delantero dos discos flotantes de 320 mm con pinzas de 4 pistones de la marca Brembo. En el tren trasero presenta un mono disco de 165 mm con pinza de dos pistones. BMW ofrece ABS de serie en toda su gama de productos y ésta no es la excepción. Si bien en los últimos años la incorporación del sistema de antibloqueo de frenos fue volviéndose algo habitual, lo consideramos un elemento de seguridad vital, sobretodo si encontramos algo de polvo o agua sobre el asfalto y más aún ante frenadas de emergencia para pilotos inexpertos. Nos gustaría, de todas formas, tener la posibilidad de desconectarlo, sobre todo en el freno trasero que es algo intrusivo. Encontramos un poder de frenado sobresaliente, aunque el tacto de los mandos, sobre todo el delantero, es algo esponjoso y con mucho recorrido aún en la regulación más cercana al manillar.
Llegado el momento de subirse a la moto, no representa ninguna dificultad para el piloto o pasajero ya que la altura del asiento es de 785 mm. A siemple vista parece algo angosto y sugiere cierta incomodidad para uso prolongado, pero la sorpresa es grata ya que resulta significativamente más cómodo de lo que parece. Si se busca mejorar la comodidad, aunque no sea un punto débil, BMW ofrece asientos “confort” tanto para el piloto como para el acompañante. Si tenemos que hacer alguna crítica, va a estar apuntada a la ausencia de asas para el agarre del pasajero.
Otro accesorio disponible es la tapa para el colín trasero de alumino que sustituye el asiento del pasajero y brinda mejor sujeción sobre todo en aceleraciones bruscas, además de convertirse en una gaveta porta objetos, pero con escasa seguridad ya que no posee traba de ningún tipo. Otra observación -y esta es un poco más enfática- es que para remover el asiento no se usa la llave de la moto, sino que está agarrado con un tornillo torx no tan común en estas latitudes, lo que en caso de no disponer de uno durante un viaje nos impediría el acceso a los contactos de la batería, por ejemplo.
Una vez arriba, logramos una posición relajada de las piernas sobre las pedaleras y las afirmamos con comodidad y confianza al momento de transitar una curva, rodeando el tanque de nafta de aluminio. Este detalle es otro toque de distinción de la BMW Nine T, que colabora a su logrado diseño. Aquí encontramos otra posibilidad de personalización con insertos en goma para mejorar la sujeción de las piernas. El mismo tiene una capacidad de 18 litros, con 3 litros de reserva. Con el total, se logran más de 250 km de autonomía en uso mixto. A 120 km/h el consumo se acerca a los 5,8 litros cada 100, pero si abrimos gas, fácilmente se superan los 8 litros cada 100, así que dependerá la autonomía variará según el ánimo del piloto y sus ganas de acelerar. Y hablando del tanque, no podemos dejar de mencionar la toma de aire junto al depósito de combustible, que le da ese toque de agresividad característico de la moto.
Nos afirmamos al amplio manillar de 90 cm. que permite una posición de manejo muy relajada, fijado con una pieza también de aluminio con la inscripción “BMW Motorrad”. Insistimos, cada vez que la miramos, podemos descubrir alguna sutileza de diseño, que no habíamos notado previamente. La Nine T, es una moto muy bonita, y su diseño no pasa desapercibido por nadie, incluso quienes no entienden de motos tuvieron algo para comentarnos durante nuestra semana de pruebas.
Como es de esperar en los productos de la marca, lo comandos presentan un tacto agradable y la distribución de los mismos evidencia el estudio y la experiencia conseguida a través de los años, lo que redunda siempre en un fácil accionamiento. Esto lo notamos por ejemplo en el comando de luz larga, ya sea para hacer una guiñada o dejar la luz alta permanentemente, ya se acciona con el dedo índice izquierdo y no con el pulgar como en la mayoría de las motos. Esto permite mantener la sujeción del puño en todo momento y a pesar de ser un detalle, no deja de ser un elemento que proporciona seguridad en el manejo por mas simple que parezca la diferencia.
Pasamos ahora al tablero, donde se optó por incluir dos relojes analógicos conservando así la estética retro. Posee una computadora de abordo sencilla, que nos da información sobre consumo promedio y actual, sin indicador de combustible más allá de un testigo de reserva. Una vez que este testigo se enciende, automáticamente la computadora comienza una cuenta de km para llevar un registro de lo recorrido con esa última parte del tanque. En nuestro caso, transitando una ruta desierta y sin certeza de la distancia a la próxima estación de servicio, decidimos no superar los 100 km/h recorriendo 27 km. y dejando un resto de casi 1,5 lts. en el tanque. Al no tener indicador de combustible, encontramos importante tener una reserva con esta autonomía que puede prevenir un momento incómodo si nos dejamos llevar por el entusiasmo del manejo y olvidamos el consumo. De esta manera, casi siempre podremos llegar a una estación para poder llenar el tanque y continuar disfrutando de nuestro viaje.
Dentro del generoso abanico de accesorios, llama la atención que la marca bávara no ofrezca alguna protección aerodinámica, como por ejemplo una máscara que cubra el faro delantero o algún parabrisas, lo que ayudaría a evitar ciertas vibraciones que presenta el tablero en velocidades de ruta, además de mejorar el confort del piloto en la misma situación. El faro redondo de corte retro y correcto poder lumínico, es otro de los elementos donde no se pasan por alto los detalles y luciendo el logo de marca en su interior, por sobre la lámpara.
Llegó el momento de perder la objetividad y decir que BMW, no solo ha lanzado al mercado un elemento de deseo, con un diseño excepcional conservando la esencia retro y un sin fin de posibilidades de personalización,sino que también ha preservado elementos modernos lo que se traducen en puro placer de conducción. La moto se comporta muy bien, los cambios de dirección son precisos aún cuando queremos apurar la marcha y es ahí donde empieza la diversión abordo. Sin ser una moto puramente deportiva, nos permite disfrutar mucho al acelerarla y negociar curvas con total facilidad. Cabe destacar la estabilidad que ofrece este tipo de motorización y los bamboleos que presenta a nosotros nos resultaron un factor mas de entretenimiento al conducirla. A pesar de su tamaño y sus 222 kg de peso, se desenvuelve muy bien en el tráfico, ágilmente. Es mas de lo que nosotros esperábamos a priori, considerando su tamaño y aspecto. Tirón de orejas para el radio de giro, que resulta muy acotado.
El R Nine T va más allá del transporte, despierta sensaciones únicas desde lo visual y más aún cuando nos subimos y comenzamos a sumar kilómetros. Si bien hay algunos competidores en el segmento, tienen características distintas, sobre todo en nuestro mercado donde la oferta se acota, situándolos al menos un escalón por debajo. Estamos, a nuestro entender, frente a una de las motos del momento.
El precio sugerido al publico para el BMW R1200 NineT, a Agosto de 2016, es de 27.700 Dólares (IVA incl.)
Qué nos encantó del BMW R Nine T:
- Estética general Retro
- Respuesta del motor en todo el régimen
- Comportamiento dinámico
- Calidad general
- Posibilidades de personalización
Qué no le perdonamos al BMW R Nine T:
- Ciertas vibraciones en el tablero y espejos.
- ABS algo intrusivo, sobre todo en el freno trasero.
- Necesidad de un destornillador torx para quitar el asiento.
- Ausencia de indicador de combustible.
- Precio elevado
