Prueba: Volkswagen Fox 1.6 16v Highline

El nuevo Volkswagen Fox pasó por nuestras manos y durante más de una semana pudimos evaluar en profundidad la versión más completa de la gama, que incorporó muchas novedades. Qué mejora y deja aún debiendo este compacto que estrena motor, caja de velocidades y suma control de estabilidad, una novedad importante en su segmento. Con fotos exclusivas de Martín Lübel.

Concebido a inicios de la década pasada, el Fox nació del proyecto «Tupí»que en su momento se proponía reemplazar al veterano Gol AB9 con una plataforma más moderna y versátil. Con una arquitectura elevada, el nuevo auto proponía siluetas de 3 y 5 puertas en formato hatchback y sumaría más adelante un derivado familiar múltipropósito (o MPV), que luego terminó siendo el Suran.

Previo a su primer lanzamiento el proyecto mutó, ya que ésta nueva arquitectura, también destinada a reemplazar al Lupo en Europa, no era lo suficientemente económica como para tomar el lugar del noble Gol en nuestra región. Fue así como el Fox tuvo que ir perfilándose como una opción más sofisticada que el Gol, para quedar por encima del «súperventas» de VW en el Mercosur. Vio la luz al mercado brasileño en 2004 y llego al nuestro en 2005. Luego de varios años de vender a la sombra del Gol y luego del Gol Trend, el Fox supo hacerse un lugar en el mercado de a poco.

En 2010 tuvo su primer cambio profundo (ver nota de lanzamiento) que lo dejó mucho más emparentado estéticamente al resto de la gama global Volkswagen. A finales del año pasado la familia Fox y Suran se renovó profundamente, incluso más allá de lo que se ve a simple vista. Luego de probar el Suran (ver test en este link), nos subimos al Fox 1.6 16v Highline, el más equipado de la gama. Ahora el Fox ya no se vende más con carrocería de tres puertas, dejándole esa opción solamente al Gol Trend, más simple y menos equipado. Una simplificación de la oferta que hizo VW, viendo que lo que más se vendía del Fox era la silueta 5 puertas y que había un nicho para un auto chico del segmento B más equipado.

Estéticamente los cambios en su exterior lo relacionan con los diseños actuales de la marca a nivel global. Tiene fuertes inspiraciones en el Golf de séptima generación y trata de «colgarse» del éxito de su hermano mayor, adoptando faros delanteros (oscurecidos en esta versión Highline), parrilla y diseño de paragolpes frontal muy en el estilo del mediano mundial de VW. Sin cambiar de plataforma ni dejando de lado su arquitectura elevada «High Roof», todos los paneles de chapa, salvo el techo, cambiaron.

Los laterales ahora tienen más aristas, subrayado por un nuevo plegado en la chapa justo debajo de la linea de las ventanillas. Esto también es para relacionarse más con el lenguaje de diseño de la marca a nivel global. En la cola, el cambio más llamativo surge de los faros, que ahora se desarrollan horizontalmente, teniendo una parte de ellos en el portón posterior. Hay nuevo paragolpes, nuevo spoiler de techo y doble salida de escape para las versiones con el nuevo motor de 16 válvulas. Ademas, las versiones con GPS de fabrica llevan una antena de techo especifica que aloja el receptor de la navegación.

Su aspecto ganó en frescura y el «lifting» le quitó algunos años de vida, aunque es inevitable darse cuenta que estamos frente a un modelo ya entrado en años . Además hay algunos colores nuevos, aunque aún estamos lejos de la oferta cromática que se ofrecen en países más evolucionados en este aspecto. Se completa el aspecto «canchero» de esta versión Highline con unas lindas llantas de 16 pulgadas de 5 rayos dobles modelo «Kimi», también muy inspiradas en el modelo «Durban» de 18″ que ofrece el Golf VII en Europa. A nuestro entender el renovado Fox quedó atractivo, más aún en esta versión «full-full».

En el interior, se aplican los mismos recursos de actualización que ya te contamos cuando probamos el Suran: nuevas y mejores tapicerías, colores claros que «iluminan» el habitáculo, y muchos agregados de confort y seguridad que elevan la vara de su segmento. Incorporaciones como el nuevo volante multifunción en cuero, nuevo comando de luces giratorio (que aquí en la jerga muchos llaman erróneamente «euro-switch»), la incorporación de control de velocidad crucero y una larga lista de ítems, hacen que el equipamiento se haya enriquecido mucho respecto al Fox anterior.

Sobre la posición de manejo, seguimos insistiendo que para nosotros no es la mejor. Pese a la doble regulación en altura del volante y la de la butaca conductor, la posición más baja de ésta última sigue quedando muy arriba, y ni hablar de la del acompañante que no tiene siquiera la opción de regulación en altura del asiento. También faltaría un apoyabrazos central rebatible para terminar de apoyar bien todo el cuerpo. De todos modos, la posición de manejo es muy relativa al tipo de humanidad que tenga el conductor y solo resta ir y probar que tal nos resulta en persona.

Pero la novedad más importante y significativa del nuevo Volkswagen Fox pasa por lo mecánico, y la electrónica asociada a esto. Aparece el motor 1.6 MSI de 16 válvulas, bloque de aluminio y 110cv de potencia a 5.800 rpm y un torque de 155 Nm desde las 4.000 rpm. Se trata de un nuevo motor que incorpora sistemas electrónicos que permiten la instalación del control electrónico de estabilidad ESP, una de las incorporaciones más importantes que tiene este modelo. El motor va combinado además con una nueva versión de la caja manual MQ200 -cordobesa ella- que suma una sexta marcha.

2015-09 TEST VolkswagenFox Highline 16v Motorweb Argentina 89 La combinación de un motor nuevo, más liviano, más potente y la nueva caja hacen del Fox un auto muy divertido de manejar. También el torque es sutilmente mayor y a menos vueltas de motor, logrando una mejor elasticidad. La combinación motor/caja es muy acertada y es una lástima que sólo se ofrezca en la versión más cara, dejando, de rebote, el ESP solo para quienes pueden pagar más. La incorporación del ESP es una gran paso en este segmento Mercosur, ya que el Fox es el primero es lograrlo. Siempre y cuando no contemos al Ford Fiesta, que también lo ofrece pero solo en las versiones más caras hechas en México.

La dirección, ahora de asistencia eléctrica, termina de redondear una practicidad en el manejo que hacen del nuevo Fox una propuesta realmente muy atractiva. La marca declara que mejoró la calidad del ensamblado y de algunas aislaciones, pero para nosotros aún tiene ese tacto y rumorosidad interior tan clásica de los productos del Mercosur, siempre peor aislados que autos fabricados en otros países más avanzados.

El nuevo Fox bajó el ruido interior en ruta, pero es más lo logrado con la baja en vueltas de motor por la caja de sexta, que por la mejora de aislaciones o burletes. Con la caja de seis marchas, ahora el Fox viaja a 130 km/h en el cambio más alto a unas 3.000 rpm, mucho más lógico para el consumo y la sonoridad interior. El comando de caja, como todas las que salen de la planta Cordobesa, tiene un tacto impecable, posiblemente la que más nos gusta entre los autos chicos de la región.

El Fox Highline 16v quedó nervioso y ágil, virtudes que se manifiestan en el tránsito urbano donde se vuelve escurridizo y divertido de manejar, casi casi «deportivo» si lo comparamos con sus competidores. Aspectos que se notan mucho más que e su hermana Suran, que debe arrastrar una carrocería más larga y pesada. Por supuesto que el Fox sigue siendo un auto de neto corte doméstico y familiar y esas virtudes de autito alegre se cortan cuando ya no vamos solos en el auto y todas las butacas están ocupadas. Igual, si se ocupan las 5 plazas, esa liviandad y soltura con la que se mueve el Fox se pierde.

Los consumos tambien mejoraron con la adopción del nuevo conjunto mecánico: a 130 km/h circula a 3.000 rpm en sexta y consume solo 7.8 litros cada 100 Km, lo cual es bastante bueno en su segmento. Lo mismo en ciudad, donde necesita 9 litros cada 100 Km. Las suspensiones, como nos tiene acostumbrados VW en el modelo, son tirando a rígidas, más aún con el rodado 16 que nos dejan un poco «secos» cuando la calzada es despareja. Hay nuevos bujes en el tren delantero y también el servofreno es e mayor tamaño, mejorando el frenado respecto a los Fox anteriores.

A nivel seguridad, el panorama es extraño. Por un lado el Fox suma -recordemos que solo en la versión Highline- Control de Estabilidad ESP, un ítem infaltable a esta altura de la historia en cualquier tipo de auto. Bien por VW por ser la primera dentro de su segmento. Por otro lado, hay ítems cuya falta es imperdonable si la carta que se estaba tratando de jugar era la de la seguridad activa y pasiva: falta una quinta plaza central trasera completa que ofrezca cinturón de seguridad inercial de 3 puntos. Siempre volvemos a los mismo: si tengo tres hijos, a la plaza central trasera a cual mando, al que menos quiero? Así de cruel hay que poner sobre la mesa la importancia de que si el auto está homologado para cinco personas, les cinco deberían gozar del mismo sistema de retención.

Podríamos llegar a entender la falta de airbags laterales delanteros por un tema de costos de implementación local, pero que no tenga dos pares de ganchos ISOfix en las plazas traseras no. Por supuesto cumple con la normativa del doble airbag frontal, faros de marcha diurna y frenos con ABS en toda la gama, tal cual lo indica la ley reciente. Bien por la incorporación no sólo de antinieblas delanteros (queademás suman función de iluminación adicional en curvas, muy útil en lugares oscuros), si no también del trasero.

El baúl también tuvo algunas mejoras, como el revestimiento interior, la toma de 12 volts y la manija externa 5 en el logo central) que permite abrir el portón sin necesidad de usar la llave. Lastima que al montar llantas de 16 pulgadas, el auxilio queda desfasado y ya no contamos con auxilio del mismo tamaño del resto de las ruedas, lo cual puede alterar una viaje largo. SU capacidad sigue siendo de 270 litros, lo cual es bastante compacto. Al incorporar el tercer apoyacabezas central, el respaldo trasero ya no se puede rebatir en partes asimétricas 1/3 y 2/3, si no que pasó a ser enterizo, quitándole algo de versatilidad a las posibilidades de carga. Afortunadamente conserva el sistema de correderas bajo el asiento trasero.

En resumidas cuentas, el Volkswagen Fox hizo grandes e interesantes cambios. En un mismo lanzamiento -cosa que no es común en la región- cambió motor, caja de velocidades, sumó el imprescindible ESP y mejoró la oferta de confort a bordo, incluso ofreciendo techo corredizo, tapizado de eco-cuero y GPS opcionales. Este último ítem debería ser de serie, considerando el precio del auto y la oferta de la competencia que lo incluye dentro de la oferta de serie (por ejemplo Peugeot 208, Citroen C3, Renault Sandero, Chevrolet Ónix, Ford Fiesta y ahora el Fiat Punto también, aunque este último como opcional también). Hace pocas semanas Volkswagen Argentina sumó a la oferta de Fox y Suran el equipo multimedia App Connect que ofrece una pantalla mas grande 6.3 pulgadas y permite el espejado en pantalla de los sistemas operativos de Apple iOS y Android.

Esta franja de mercado ofrece muy interesantes opciones, con variedad de diseños y calidades, pero también de precios. Con un precio de lista de 240.792 Pesos al momento de publicar esta prueba, el Volkswagen Fox 1.6 16v Highline no es barato. Su mecánica es de los más interesante entre sus pares y ninguno ofrece caja de sexta. El ESP solo lo ofrece el Ford Fiesta en sus dos versiones mexicanas más caras, pero ya cuestan más que el Fox. Por lo tanto, con la seguridad en en mente, el VW Fox es la opción más razonable, que impone un nuevo mojón a nivel seguridad en los autos chicos del Mercosur. Está disponible en ocho colores de carrocería y su garantía es de 3 años/100.000 Kilómetros.