El año pasado, tuvimos la suerte de poder probar un impecable ejemplar de este modelo, en versión cabriolet (pueden leer la nota aquí). Este año la unidad que nos asignaron estaba pintada con un color ya clásico dentro de la gama Porsche, el famoso «Guards Red», un color que se remonta a la década del 70, donde ya era utilizado por el mítico 911 2.7. En lo que respecta a las llantas, y para no olvidar la historia del modelo que ya lleva 50 años, estaba equipado con el modelo opcional denominado «Carrera Classic Wheels» con un diámetro de 20″. Tal como mencionamos en la nota del año pasado, la generación 991 fue lanzada en el Salón de Frankfurt en el 2011 (mira nuestra cobertura especial acá).

Esta séptima generación del 911, al igual que todos sus antecesores, posee un motor trasero de 6 cilindros opuestos  y 400 caballos de potencia, que puede resolver tanto un consumo urbano contenido (para su segmento) de solo 12.4 litros cada 100 km recorridos, como lograr una velocidad máxima declarada de 300 kilómetros por hora o acelerar de 0 a 100 en solo 4.1 segundos (3.9 en modo Sport Plus). Polivalencia que casi ningún deportivo ha logrado balancear en 50 años de historia. Gracias a un elevado torque de 441 Nm y la caja automática secuencial de doble embrague PDK de 7 marchas, la elasticidad de marcha del 911 Carrera S es envidiable.

Teniendo en cuenta que el contacto fue realizada en los EE.UU., y no contábamos con todos los escenarios donde el 911 demuestra sus virtudes, decidimos realizar una prueba distinta, utilizando el auto como un «Daily Driver» durante una semana e intentar pasar desapercibidos dentro del tránsito de Miami. Antes que nada les aclaramos, pasar desapercibido con un Porsche es una tarea difícil, pero lo intentamos lo mejor posible.

Luego de haber retirado el vehículo de las oficinas de Porsche Latin America, en el centro de Miami, nos dirigimos hacia la ciudad de Fort Lauderdale, Florida, con el fin de corroborar cómo se comportaba este pequeño demonio rojo en un tránsito combinado entre calles, avenidas y autopista. La unidad que probamos, además de contar con una caja PDK, poseía la función «start/stop» la cual forma parte de un paquete de condimentos tecnológicos los cuales se centran en lograr un consumo eficiente del combustible. Dicha función se activa de manera automática, cada vez que el auto se detiene en alguna intersección o semáforo apaga el motor, pero mantiene encendido el sistema de audio, comunicación y el aire acondicionado (fundamental en climas cálidos como el de Florida).

Debo admitir, que estar a bordo de un 911 y de repente dejar de escuchar el motor es una sensación rara, pero viene con una recompensa, soltar el freno y escuchar como en fracciones de segundo se enciende el descomunal motor 3.8 con ese rugido tan característico, es impresionante. Es más me atrevo a decir que es adictivo. La única crítica que le podemos hacer a la función start/stop, es que en algunas situaciones el motor no logro volver a arrancar y el auto se apago, debiendo volver a encenderlo manualmente.

En lo que respecta a confort de marcha, hay que admitir que a pesar de ser un modelo polivalente, el 911 está pensado como un auto deportivo, lo que haría suponer un auto duro y poco confortable en cualquier situación fuera de una autopista o un autódromo. Pues bien, los ingenieros de Porsche piensan en todo y el Carrera S incluye de serie el sistema PASM (Porsche Active Suspension Management), el cual a través de una multitud de sensores los cuales captan valores del suelo, nivel de conducción, aceleración y freno se encarga de regular de manera continua la dureza de la suspensión. Si el conductor considera que el auto se siente demasiado «blando» o tiene en mente realizar una conducción mas deportiva, puede presionar el botón «sport» en la consola central y la suspensión se pondrá en su modo más rígido a la vez que reduce la altura del vehículo en hasta 10mm.

Ahora bien, volviendo a la experiencia de manejo, a lo largo del trayecto notamos que en algunas situaciones, más que nada en calles con desniveles o lomas de burro, a pesar de estar utilizando el PASM en el modo normal y automático, se siente un duro, lo que obliga a tomar alguna precaución extra para no alterar el confort de marcha. A diferencia del 911 Cabriolet que probamos el año pasado, las plazas traseras en esta versión coupe son un poco más «sofocantes», ya que no contamos con la posibilidad de poder descapotarlo, las ventanillas traseras son fijas y el acceso se torna más incomodo para pasajeros de estatura promedio.

La versión que probamos estaba equipada con el paquete «Sport Chrono», el cual centra su funcionamiento en lograr una conducción más ágil y deportiva. Tal como mencionamos anteriormente, dicho paquete incluye un botón «sport», el cual no solo endurece el sistema de amortiguación, sino que además en las versiones que cuentan con PDK realiza el cambio de marchas a mayores revoluciones si se está acelerando, y en el caso que se esté deteniendo la marcha el cambio se produce de manera más temprana con el fin de aprovechar la fuerza motriz para detener el vehículo más rápidamente. Por otro lado encontramos el modo «Sport Plus», el cual reconfigura la caja de cambios PDK para realizar el cambio de marcha en un régimen aun mayor que el sistema «Sport». Además de ello reconfigura el sistema PASM, logrando una mayor agilidad en las curvas, optimizando el frenado y la aceleración.

Por otro lado, si queremos utilizar el «Launch Control», el cual centra todas las funciones en lograr un mejor tiempo de aceleración, debemos hacerlo con el modo «Sport Plus» activado. Para activarlo solo debemos pisar el freno, poner el selector de la caja en modo «Drive», seleccionar el modo «Sport Plus», acelerar hasta las 4000 rpm y al soltar el freno, el auto se encargará de catapultarnos automáticamente, gestionando la tracción, la caja, y la mejor puesta al piso de toda la potencia disponible, sin patinaje o pérdidas de control.

La unidad probada además tenia el sistema de navegación por GPS -repite el mapa de la pantalla central en uno de los diales del tablero-, paquete «Sport Chrono» con el cronógrafo ubicado en la parte superior del tablero, que permite registrar tiempos en pista, sistema de audio Bose, interiores de cuero negro, asientos delanteros deportivos regulables eléctricamente, entre otros. Un detalle interesante, y que nos gusto, es que al contar con un sistema de arranque sin llave, en lugar de colocar un botón para encender y apagar el auto, hay una llave simulada, la que debemos girar para poner el auto marcha.

Por el lado de las criticas, si es que hay algo que se le puede criticar, al igual que lo hicimos con el Carrera S Cabriolet es la falta de apoyabrazos central, elemento más que útil en viajes largos como el realizado. Si la vez pasada comentamos que el acceso a las plazas traseras es incomodo, en el caso de la versión Coupe es aun mas engorros, lo cual contar con asientos que se mueven unos cm hacia adelante es una ayuda casi indispensable, pero seguimos insistiendo que son pequeños detalles, que no opacan un auto que a lo largo de 50 años ha logrado mantener  su deportividad evolucionando de acuerdo a las expectativas del cliente.

Pero la Experiencia Porsche 2014, no terminó aquí, sino que gracias a la amabilidad de la gente de Porsche Latin America, tuvimos el placer de poder conducir por dos días el flamante Porsche Panamera S E-Hybrid, lanzado en el 2013, el cual aprovechó el primer rediseño del modelo para incorporar por primera vez en la gama de autos Porsche una versión híbrida plug-in.

A diferencia del Panamera S «normal», el e-hybrid posee una combinación de un motor V6 de combustión interna convencional con una potencia de 333 cv, unido a un motor eléctrico de 95 cv, por lo cual cuando se encuentran ambos en funcionamiento el auto cuenta con un total de 416 cv. Con todo ese caballaje, Porsche ha demostrado que puede fabricar un auto que puede transportar cómodamente a 4 personas consumiendo solamente 5.6 litros cada 100 km, el cual es capaz de acelerar de 0-100 km/h en 5.2 segundos.

La mayor novedad en esta versión «plug-in» es que mediante una toma de 240 v en aproximadamente 2.5 horas podemos recargar completamente la batería interna, la cual nos permite realizar viajes urbanos de hasta 24 km, a una velocidad máxima de 120 km/h en modo 100% eléctrico. Cabe aclarar que a mayor velocidad, se reduce el rango, pero siendo que la velocidad máxima urbana en EE.UU. no excede las 30/40 mph (40/65 km/h), permite realizar trayectos urbanos como ir al trabajo, buscar los hijos de la escuela o ir al supermercado o shopping en un modo totalmente eléctrico. Porsche también cuenta con estaciones especiales de carga, las cuales son capaces de completar la batería en 1.3hs, un tiempo más que razonable.

En lo que respecta a experiencia de manejo, debo admitir que ir conduciendo un Panamera a 80 mph (casi 130 km/h), y no escuchar más que el zumbido de las ruedas contra el asfalto es algo sorprendente. El completo sistema de navegación y control que ofrece el PCM (Porsche Communication Management), es similar al que encontramos en el 911 Carrera S, el cual cuenta con un sinfín de opciones para personalizar a nuestro gusto las funciones del auto. En el caso del Panamera S E-hybrid, además de las funciones ya conocidas, tratándose de un auto capaz de funcionar en modo 100% eléctrico, brinda información relativa al estado de carga de la batería, kilómetros por recorrer y si estamos en modo eléctrico, combinado o solamente a combustión.

Otro detalle distintivo de esta versión, es que el cuentavueltas, nos indica cuando estamos utilizando el vehículo en un modo eficiente, y por debajo del «cero» cuando se está recargando la batería interna. Respecto a la carga, además de poder conectarlo a la red eléctrica hogareña, esta puede obtener energía por parte del motor a combustión, mediante la recuperación de energía del frenado, y también del rodamiento cuando se suelta el acelerador (información más detallada del funcionamiento).

Desde el exterior el modelo E-hybrid se diferencia por poseer las insignias en un color verde fluo, y su iluminación es íntegramente de LED, a excepción de los faros delanteros que son de xenón. Los neumáticos de 18″ están equipados con un compuesto especial, el cual reduce la fricción con el suelo con el fin de ayudar a reducir el uso de combustible. Está equipado con una caja de cambios Tiptronic S de 8 marchas, la cual se adapta a nuestro estilo de conducción. Nos pareció simpática la función de los espejos retrovisores exteriores que se oscurecen para no encandilar cuando son iluminados por luces de los autos que están detrás nuestro.

El modelo S E-hybrid, al igual que el GTS y el Turbo, poseen una suspensión adaptable, la cual emplea aire para transmitir una sensación de confort inigualable. Si la situación lo amerita, el sistema carga más aire en el circuito endureciendo la suspensión, lo que convierte este gran turismo en un verdadero deportivo de cuatro plazas.

Anteriormente dijimos que un 911 Carrera S rojo llama de vez en cuando la atención, no solo por ser un auto llamativo en sí, sino por el ruido que puede llegar a generar cuando utilizamos el launch control,  pero debemos admitir que circular en un Panamera que mide 5 metros de largo, a 70 mph y no emitir sonido alguno, es una situación que a más de uno lo obliga a mirar dos veces para ver si se trata de un error visual o es realmente de un Porsche.

Por Christian Kleinberg

Periodista y Arquitecto, escribo en Motorweb Argentina desde el 2009, año en que cree este sitio. Me fascinan los autos y todas sus derivaciones con 2, 4 o 6 ruedas. Soy de Buenos Aires, pero tambien viví en otros lugares del planeta. Entusiasta de los viajes, de los autitos en escala, de los clásicos y del buen diseño.

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