El Cobalt se presentó como novedad mundial en el Salón de Buenos Aires del 2011. A casi dos años de ese Concept-Car, fue lanzado a nuestro mercado hace muy poco. Examinamos en profundidad la versión Cobalt LTZ 1.8 nafta y nivel de terminación LTZ, el mas completo de la gama. Fotos por Martin Lübel.
Debo decir que retiré el auto con prejuicios. «Otro sedan low-cost de gran tamaño para las familias del Mercosur», pensé Y al cabo de una semana y mas de 700 kilómetros de uso, algunas suposiciones se confirmaron y hubo algunas revelaciones. Este sedán se inserta entre otros sedanes que ya ofrece Chevrolet en nuestro país, posicionandose entre el clásico Aveo G3 (importado de Mexico) y el moderno Sonic (importado de Corea). Chevrolet Argentina tiene así una amplia gama de modelos para todos los gustos y necesidades, siendo quien mas modelos de esta clase ofrece en el mercado.
Con sus 4.47 metros de largo, este 4 puertas derivado de la plataforma GSV (Global Small Vehicle), se mete de lleno en medidas mas propias del segmento C que aquellas del segmento B, de donde proviene. Según GM Argentina, el Cobalt compite con el Volkswagen Voyage, el Fiat Grand Siena y el Renault Symbol, aunque a mi me parece que es mucho mas comparable con el Logan, dado su tamaño y habitabilidad. Justamente es el tamaño y la habitabilidad el eje mandatario de este tipo de modelos, que atrapan a una clientela que necesita capacidad a precio contenido. Chevrolet, nuevamente vio un sub-segmento parcialmente desatendido y tal como hizo con el SPIN, ofrece un modelo con características poco comunes en el mercado regional. Y seguramente de esto, de otras cuestiones que veremos a los largo de esta nota, derivará el éxito del Cobalt.
Su exterior es simple, claro, sin vueltas: se trata de un sedan clásico con tres volúmenes bien diferenciados y sin demasiado vuelo estilístico. De lineas sencillas, está bien proporcionado, aunque hay algo en las luces delanteras que le dan una mirada como «triste». Mas allá de esta «apreciación poética», el resultado es un auto de aspecto conservador, que seguramente logrará con esto tener vigencia estética por largo tiempo. La parrilla bipartida clásica ya de la marca tiene el tamaño justo para no desentonar con el resto de la trompa. Atrás los faros verticales con marco cromado a la vista le dan un toque de personalidad al no ser 100% en color rojo, como en al mayoría de los autos. Pequeñas viras cromadas a la base de las ventanillas laterales y en el paragolpes trasero le dan un poco mas de realce a esta versión LTZ. Acompañan unas llantas diamantadas, a la moda actual, en 15 pulgadas montadas sobre generosos neumáticos de 195/65. A simple vista al Cobalt se lo ve robusto, bien plantado. Inspira solidez.
Adentro, como viene siendo costumbre de Chevrolet, abundan los tonos claros y esto brinda dos efectos, el de mayor luminosidad y el de amplitud. Y la amplitud no es solo una sensación, hay realmente bastante espacio adentro del Cobalt.
La posición de manejo fue uno de los puntos mas conflictivos de esta prueba. El cojín del conductor que regula en altura independientemente del resto del asiento (es decir, al regular el cojín el respaldo ni se mueve), sigue quedando alto en el punto mas bajo del recorrido. Para la altura de un conductor promedio (1.75m), faltaría que baje unos 4-5 centímetros más para poder lograr una mejor y mas relajada posición de manejo, sobretodo en tramos largos de ruta. Las misma relaciones de posición asiento/ plancha y volante que en el Spin es aceptable, aquí quedan menos razonables, ya que la Spin al ser alta se favorece de su posición de manejo erguida. Seguramente en el Cobalt los de menor estatura se sentirán muy cómodos, y no tanto los mas altos. Este es un problema que recuerdo también había sucedido en los primeros Peugeot 408 de fabricación nacional y que luego la fabrica supo mejorar. Podría suceder lo mismo con Chevrolet, habrá que seguir el tema.
Por el resto del habitáculo, todo queda cómodo y a la mano, con una distribución lógica y materiales bien ensamblados. Son todos plásticos rígidos, en combinaciones de tonos muy agradables, aunque de aspecto económico. A lo largo de la prueba no percibimos ruidos interiores y se demostró todo muy correctamente ensamblado.
Hay algunos faltantes en el interior que se ven a simple vista, como por ejemplo la ausencia inexplicable de un tercer cinturón inercial de 3 puntos para el pasajero trasero central, y su respectivo apoyacabezas, que brilla por su ausencia. No es acaso, un auto de neto corte familiar? Debería entonces ofrecer el mismo grado de seguridad para los tres pasajeros traseros! el resto del equipamiento es normal para su segmento y ofrece aire acondicionado, levantacristales y espejos eléctricos (ademas, son calefaccionados), un buen volante con comandos de audio integrados, stereo doble DIN con CD, lector de mp3, entrada USB, de miniplug y conexión Bluetooth, ademas de cierre centralizado con comando remoto. Tiene una simple computadora de abordo, que ofrece datos básicos del viaje. La plancha es la misma que la de del SPIN, con un diseño moderno y agradable.
El cluster del tablero tiene un mix de reloj analógico para el cuentavueltas e indicador digital con números grandes para la velocidad. Es fácil y rápido de leer, aunque su diseño con intenciones modernas desentona con el aspecto tan formal del exterior del auto. Por supuesto tiene regulación de la intensidad lumínica para esos largos viajes nocturnos donde tanta iluminación puede cansar al conductor. Entre los faltantes de equipamiento de confort, no podemos dejar de tirarle la oreja a la marca por no incluir la iluminación en la botonera de los levantacristales, no ponerle one-touch a los levantavidrios (ni siquiera al del conductor), u ofrecer el control de velocidad crucero solo en la versión de caja automática automática y no en todas las LTZ.
En las plazas traseras el Chevrolet Cobalt es bien amplio, y habiendo elegido la posición de manejo ideal para un conductor de 1.75m de altura, atrás queda espacio de sobra para las piernas del pasajero posterior. El respaldo tiene la inclinación justa y se viaja con comodidad.
Nos ponemos en marcha y notamos enseguida que el Cobalt es un auto sereno y silencioso. Da gusto usarlo en nuestra alicaída red vial, porque las suspensiones filtran muy bien las asperezas de la calle, y ademas tiene muy buena aislación sonora, la mejor de entre sus competidores directos. Su motor, el archi-conocido 1.8 con tapa de 8 válvulas y distribución a correa eroga 105cv a 5600rpm. Su torque, de 164Nm desde las 3200rpm, permite un manejo medianamente elástico en ciudad. Respecto a otras versiones anteriores del mismo motor, este se muestra un poco mas contenido en consumos. En uso mixto ciudad/autopista nos dio unos 9 litros cada 100 km. recorridos. Aunque en ciudad se mostró un poco mas glotón y se llevó un promedio de 11.8 litros cada 100 km. En ruta, cargado y con aire acondicionado, es para un neto uso familiar, con reacciones tranquilas, aunque con buena tenida y andar sereno. La puesta a punto de este Cobalt LTZ naftero es ejemplar para nuestro mercado y calza muy bien dentro de lo que es su franja de mercado. Seguramente será su gran atributo en comparación al resto de la competencia. El motor está catalogado con la norma Euro 5 de emisiones contaminantes y como tal requiere que se le cargue nafta Premium.
El frenado del Cobalt, que solo frece discos ventilados en el eje delanteros y sistema antibloqueo con ABS, es correcto y ofrece un pedal firme y dosificable. En frenadas de emergencia conservó razonablemente la linea y el ABS entró en acción con rapidez. La suspensión corre por cuenta de un sistema McPherson adelante y de un eje rígido atrás, que como dijimos, cumple con un muy buen filtrado de las irregularidades del piso.
El baúl del Cobalt es otro de sus grandes atributos: son 563 litros de capacidad, a lo que se le puede sumar que se rebate los respaldos de los asientos traseros, ampliando la capacidad de carga, es ENORME. La boca de carga es bien ancha y permite cargarlo cómodamente. Falta un revestimiento de la contratapa del baúl que deja la chapa desnuda y hace que para cerrar el baúl uno meta la mano entre las chapas caladas, dejando bordes filosos al tacto. Merecería un mejor trato con un simple revestimiento, plástico o textil. Tampoco tiene manija exterior para accionarlo de afuera y obligatoriamente se necesitará usar la llave para abrirlo. También en el baúl, encontramos bajo piso al rueda de auxilio. Llamativamente es de tipo temporal, mucho mas pequeña que las otras 4 instaladas. Espacio en el alojamiento de rueda hay, con lo cual es una clara elección de tipo económica.
A nivel seguridad, el Cobalt ofrece en toda su gama, ya desde la versión entrada LT, doble airbag y frenos ABS. Correcto considerando que en 6 meses mas entrará en vigencia la obligatoriedad de estos dispositivos en todos los 0km vendidos en el país. Pero adolece de otros faltantes que conceptualmente no deberían dejar de estar en un vehículo de neto corte familiar: no ofrece el mencionado quinto cinturón apoyacabezas trasero central, tampoco tiene faros antiniebla traseros o ganchitos ISOfix en las plazas traseras para sillitas infantiles.. No hay opción de airbags laterales o de control de estabilidad.
El Chevrolet Cobalt 1.8 LTZ tiene un precio de venta, al momento de esta publicación de 96.500 Pesos. Es un valor muy competitivo por el espacio y el confort de marcha que ofrece, ademas de la capacidad de baúl. Quien requiera un sedan con estos atributos, encontrará en el Cobalt un auto ideal. Con su confiable motor y el cómodo andar, seguro hará las delicias de los conductores profesionales, ademas de las familias tipo. Sin dudas un auto 100% racional y honesto en su planteo.
La garantía es buena, de 2 años, aunque con kilometraje ilimitado.
Que nos encantó del Chevrolet Cobalt 1.8 LTZ
- Andar suave y muy confortable
- Despeje del piso y suspensiones
- Habitabilidad interior
- Capacidad de baúl
- Mecánica noble, de probado bajo mantenimiento
Que no le perdonamos al Chevrolet Cobalt 1.8 LTZ:
- Faltantes en seguridad activa y pasiva.
- Posición de manejo con pocas regulaciones
- Calidad de algunas terminaciones
- Rueda de auxilio temporal
- Falta de one-touch en ventanillas y sin iluminación en las teclas levantacristales
- Consumo urbano un tanto elevado
Muy buena prueba.
Señé un LT la semana pasada, me parece que esa versión es la mejor opción vs. el Grand Siena 1.4 y el Logan 1.6.
Saludos.