Auto Union Typ D, de 1939

Audi recuperó uno de los últimos bólidos de Grand Prix de los años ’30, también conocidos como «Flechas de Plata». La unidad, a la cual se le había perdido el rastro en la Unión Soviética hace muchísimo tiempo, vuelve a la colección de Audi AG. Historias de una leyenda.

La leyenda de las «Flechas de Plata»nació en 1934. En ese año, Mercedes Benz y Audi irrumpieron en el mundo de la competición deportiva con sendos vehículos totalmente nuevos y revolucionarios para la época. Su aspecto futurista y su terminación en color plata brillante le dieron el inmediato sobrenombre popular de «Flechas de Plata». Si bien ciertos aspectos de ambos modelos eran similares, Mercedes optó por la ubicación mas convencional del motor, en el frente, mientras que Audi eligió la disposición central, justo detrás del conductor. El mismo planteo que hasta el dia de hoy siguen teniendo los autos de Formula Uno.

Los motores de 16 y 12 cilindros con supercharger de Audi y Mercedes ganaron una variedad de títulos, uno tras otro, alternándose casi como si fueran las únicas marcas compitiendo. Tuvieron pilotos de la talla de Bernd Rosemeyer, Tazio Nuvolari y Hans Stuck (Auto Union), Rudolf Caracciola, Manfred von Brauchitsch y Hermann Lang (Mercedes-Benz), que aun hoy son recordados como verdaderos próceres del deporte motor: muchas veces circulaban a mas de 300 km/h, sin demasiados elementos de seguridad mas que un casquito de varias capas de cuero y unas antiparras. Por ejemplo, en las interminables rectas del circuitos de Avus en el Berlín de 1937, el auto de Rosemeyer llegó a la marca de 380 km/h !

Girando en el circuito de Avus (Berlín) en 1934

La Segunda Guerra Mundial le puse un fin abrupto a la era de los autos de Grand Prix con Supercharger: Mercedes pudo ubicar y asegurarse casi todas sus «Flechas de Plata» luego del colapso final de Alemania, pero Auto-Unión no tuvo la misma suerte. La planta de Zwickau fue ocupada por el ejercito Soviético y, por decirlo de algún modo, las «Flechas de Plata» de Audi que fueron encontradas en el subsuelo de la planta sirviendo como «cobro» para las tropas rusas. Los autos fueron llevados a la Unión Soviética y su rastro se esfumó en aquel vasto país.

Aquellas unidades que mejor darían cuenta de la herencia automovilística de los grandes años de Grand Prix, fueron considerados irrecuperables cuando se estableció Auto Union AG (hoy Audi AG) en 1949. La Guerra Fría comenzaba y la Cortina de Hierro haría mas difícil aun cualquier intento de recuperación de las Flechas de Plata extraviadas. Solo un auto quedó en poder de los alemanes, el que había sido enviado para exposición al Deutsches Museum de Munich, pero que habia sido muy dañado durante un bombardeo, irrecuperable.

A finales de los años ’70 comenzaron los rumores sobre los autos perdidos y su paradero supuestamente encontrado, en la Unión Soviética. Paula Karassik, un coleccionista norteamericano de autos de altísimo nivel, se interesó en estos Audis perdidos y comenzó a rastrearlos. Finalmente, luego de diez años de viajar seguido a Rusia, el coleccionista encontró dos unidades desmanteladas y logró adquirirlas, luego de arduas negociaciones. Karassik nació en Belgrado y recordaba de pequeño haber visto correr a las Flechas de Plata con admiración en el Grand Prix de su país de la preguerra. Con mucho tesón y capacidad, Karassik logró sacar los dos autos de la Unión Soviética y los envió a los Estados Unidos. En 1991, se contactó con Audi AG Tradition, la división de la marca alemana que se dedica a la restauración y recuperación de su propia historia, quienes actuaron como consultores para la restauración de los autos. La tarea de restauración fue encargada a la empresa británica  Crosthwaite & Gardiner, que ya poseían una vasta experiencia en restaurar vehiculos de carrera históricos.

Luego de un estudio pormenorizado de los componentes recuperados de ambos autos, se decidió reconstruir un «Type D» de un compresor con especificaciones de 1938 y un «Type D» con doble supercargador de 1939. En ambos casos se debería reconstruir la carrocería por completo ya que casi nada de las carrocerías originales había sobrevivido. Con la ayuda de Audi, ambas unidades volvieron a la grilla de partida por primera vez desde 1939: fue en el evento «Eifel Classic» en el circuito de Nürburgring, el 1° de Octubre de 1994.

En reconocimiento a la ayuda brindada, Audi pudo exponer la unidad de 1938 en los años subsiguientes, como parte de una historia que de no haber sido por Karassik, se habría perdido, tal vez, por completo. Audi compró esta unidad de 1938 (Supercharger) en el ’98, y la segunda unidad (Twincharger), de 1939, volvió a Florida, EE.UU. con su dueño. En el año 2000 Paul Karassik vendió el auto de 1939 a un coleccionista privado, luego de que la Guerra de los Balcanes le pusiera fin a su sueño de poder ver nuevamente al Audi correr en el Grand Prix de Belgrado, 60 años después de su recuerdo de la infancia.

La compra en estos dias del «Type D» de 1939 de doble supercargador por parte de Audi AG, completa las tres unidades de los Flechas de Plata de la preguerra, todas recuperadas de la ex Unión Soviética. Ademas de los dos autos comprados a Karassik, la tercera unidad ya habia sido  comprada al Museo del Automovil de Riga, Latvia luego de la apertura de la Unión Soviética y era la unidad que había utilizado Hans Stuck en trepadas de montaña, un «Type C/D».

Las tres piezas, fundamentales en la historia deportiva de Audi, serán permanentemente expuestas en el Museo de la marca en Ingolstadt. Harán una breve presentación en el Festival de Goodwood, Inglaterra del 14 al 16 de Septiembre próximos. Luego de 67 años, la ultima unidad recuperada de la Unión Soviética brillará junto a sus otros dos pares, al igual que había sucedido por primera vez en 1994.

 

Por Christian Kleinberg

Periodista y Arquitecto, escribo en Motorweb Argentina desde el 2009, año en que cree este sitio. Me fascinan los autos y todas sus derivaciones con 2, 4 o 6 ruedas. Soy de Buenos Aires, pero tambien viví en otros lugares del planeta. Entusiasta de los viajes, de los autitos en escala, de los clásicos y del buen diseño.

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